El proyecto de colaboración internacional liderado por China, Tianqin, un sistema de detección de ondas gravitacionales basadas en el espacio con fecha de cierre en 2035, mejoraría significativamente la comprensión de los principales fenómenos cósmicos, incluidos los agujeros negros, apuntaron los científicos.
Su nombre utiliza la palabras chinas “tian”, que significa cielo, y “qin”, que alude a un instrumento musical de cuerda, y consistirá en 3 satélites que formarán un triángulo equilátero alrededor de la Tierra en una órbita de 100 000 kilómetros.
Su objetivo será detectar ondas gravitacionales, que los científicos creen que existen en el tejido del espacio-tiempo causadas por eventos cósmicos violentos, como el choque de agujeros negros, supernovas e incluso el nacimiento del universo.
"Una vez completado, el Tianqin se convertirá en una herramienta importante para buscar agujeros negros de todos los tamaños y longitudes de onda en las próximas dos décadas", explicó Wu Qingwen, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan, provincia de Hubei, el jueves.
El miércoles, el telescopio Event Horizon, una serie de 8 radiotelescopios terrestres, mostró la primera imagen de un agujero negro.
Wu fue uno de los más de 200 astrónomos de todo el mundo involucrados en la primera representación visible de lo que se consideran los objetos más extremos del universo.
La cooperación internacional es vital para las observaciones astronómicas, admitió Wu.
Además de esta foto, la colaboración dio con otras dos detecciones anteriores de ondas gravitacionales de las fusiones de agujeros negros.
En febrero de 2016, el observatorio de ondas gravitacionales con interferómetro láser en los Estados Unidos anunció la primera observación de estas ondas generadas por una fusión de agujeros negros, y en junio, informó de una segunda.
Wu resaltó que Tianqin tiene potencial para mayores descubrimientos.
"El observatorio utilizó interferómetros en tierra con un alcance de 4 kilómetros, pero con los satélites, este puede aumentar a 170 000. Así que las sondas basadas en el espacio (habilitadas por Tianqin) podrán detectar ondas gravitacionales a frecuencias mucho más bajas provocadas por la colisión de agujeros negros masivos o supermasivos ", aclaró.
"También nos permitirá ver los agujeros negros más pequeños durante la infancia del universo, así como comprender la historia de su crecimiento y la evolución de las galaxias", complementó.