El recientemente publicado "Plan de Desarrollo" para el Área de la Gran Bahía Guangdong-Hong Kong-Macao tiene como objetivo convertir la zona en un centro innovador de ciencia y tecnología de clase mundial. Pero, ¿cómo pueden la provincia de Guangdong y las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, con distintos sistemas políticos y, en cierta medida, culturas, colaborar sin problemas para lograr este cometido?
Creemos que si bien el mercado será una fuerza impulsora clave para su desarrollo, el gobierno debe servir de coordinador y guía administrativa. El primero cumple un rol vital en el desarrollo económico, pero se necesita un gobierno visionario y determinado para complementarlo y garantizar un avance por igual.
Antes que nada un esquema del gobierno evitará la duplicación de infraestructura y la competencia salvaje entre ciudades vecinas. El beneficio mutuo y la cooperación interurbana crearán un añadido para las 3 regiones, dada la naturaleza de sus respectivas economías.
El área de la bahía de Tokio también enfrentó un desafío similar que el gobierno japonés abordó a través de un plan único. Lo mismo pasó en la bahía de San Francisco. Pero en su caso, las ONG, como el Consejo del Área de la Bahía en lugar del gobierno federal de los Estados Unidos, ayudaron a coordinar proyectos de infraestructura entre condados, como ferrocarriles y puertos, con el apoyo de las autoridades locales.
En segundo lugar, la tecnología y la innovación son campos clave en los que Guangdong, Hong Kong y Macao deben desempeñar un papel importante, con recursos para la investigación en educación superior, sin la cual no se puede aprovechar el talento de base. Y dado que los planes de innovación tecnológica conllevan grandes riesgos financieros, los gobiernos deben asumir una parte considerable de ellos.
Ayudar a los empresarios a obtener préstamos y brindarles consejos fructíferos son dos aspectos en los que los gobiernos deben sobresalir, ya que al hacerlo actúan como catalizador para el crecimiento económico del área.
Las finanzas son la sangre de cualquier compañía moderna, más aún para las de recién formación. Pero según el sistema existente, los bancos y las instituciones financieras del Área de la Gran Bahía pueden negarles por no contar son suficientes activos.
Es claro que las nuevas firmas pueden recibir fondos de compañías de capital de riesgo, pero éstas generalmente buscan un rendimiento muy alto en un periodo fijo que no todas pueden garantizar. Además, algunas compañías conjuntas pueden exigir capital en ellas, ya sea en la forma de préstamos convertibles o inversiones directas, difíciles de otorgar por el temor a perder el control de los negocios.
Para superar estas dificultades, los gobiernos de Guangdong, Hong Kong y Macao deben complementar sus modelos de apoyo, como subvenciones, parques de incubación e industriales e incentivos fiscales, y establecer una plataforma de financiamiento en la que ellos asuman parte del riesgo con opción de inversión conjunta. Se podría iniciar con una evaluación de las oportunidades de desarrollo y del potencial de mercado de estas empresas, lo cual no solo las ayudará a resolver sus inquietudes financieras, sino también a invertir en sectores emergentes de la región.
Se debe tener cuidado cuando se tomen medidas para unir rubros tradicionales con nuevos y proporcionar orientación e incentivos para que ambos trabajen juntos. Después de todo, los gobiernos y el mercado no son fuerzas ideológicamente opuestas para el Área de la Gran Bahía. En un artículo para el The New York Times, Jamalle Bouie escribió: "Las instituciones que brindan servicios de salud, educación y bienestar están totalmente exentas del mercado. El derecho a participar en la administración directa de las unidades de trabajo que operan en el mercado se deriva del aspecto laboral. El derecho a participar en la gestión directa de las unidades de trabajo exentas total o parcialmente del mercado se deriva proporcionalmente del trabajo, la propiedad y el consumo de servicios y utilidades proporcionados".
El único componente "totalmente fuera del mercado" en la fase inicial del Área de la Gran Bahía debe ser la planificación gubernamental, sin la cual ésta no podría devenir un centro innovador de ciencia y tecnología.
Witman Hung es miembro del comité académico del Instituto de Investigación de la Ruta de la Seda de China iValley; y Liang Haiming es el decano del Centro de Estudios de la Franja y la Ruta de la Universidad de Hainan y presidente del Instituto de Investigación de la Ruta de la Seda de China iValley. Las opiniones vertidas no representan necesariamente las del Diario de China.