La provincia noreste china de Jilin utilizará en este año la tecnología de reconocimiento facial para tratar de controlar el fenómeno de los conductores en estado de ebriedad, anunció la policía de tráfico local.
Tecnólogos del departamento local de la policía de tránsito están explorando patrones fisiológicos relacionados con esta infracción. Las cámaras de vigilancia de alta definición y con tecnología de reconocimiento facial serán habilitadas para determinar si el conductor de un vehículo ha consumido alcohol según cambios en el aspecto de su cara, como el enrojecimiento de la piel y la respiración agitada, y también con base en movimientos como bostezos o cabeceo.
Con la ayuda de un "repaso de la identificación inicial", los agentes policiales que patrullan las carreteras recibirán la información de la placa y las características de vehículos sospechosos, así como su localización, para interceptarlos y realizar pruebas de aliento a sus conductores.
Según el departamento provincial de seguridad pública, el año pasado se gestionaron más de 6.300 casos de conductores ebrios y alrededor de 29.000 personas al volante bajo los efectos del alcohol.
La conducción en estado de ebriedad es una de las mayores causas de accidentes viales en China. En 2018 fueron vetados de por vida 17.264 conductores en todo el país, de los cuales 5.149 se vieron involucrados en accidentes graves.