Por Rafael Lulet
En la historia del continente americano, han existido países gobernados por líderes o presidentes dictadores, algunos arribados por las armas y otros por la democracia, la mayoría han sido por las fuerzas militares, casos como Cuba, donde se luchó una revolución contra otro régimen dictatorial como lo fue Batista o con Hugo Chávez, en una Venezuela con muchos movimientos sociales y diferentes golpes de estados en su historia y de uno de ellos llegó Chávez al poder en ese país, en estas naciones aún perdura esa postura autocrática abiertamente.
El sinónimo de dictadura se le atribuye a aquel régimen político donde una sola persona gobierna con poder totalitario, sin someterse a ningún tipo de limitaciones y con la facultad de promulgar, así como modificar leyes a su voluntad; en países como Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay, entre otros, se presentaron el sometimiento de los derechos humanos, la censura, la prohibición de manifestarse, el toque de queda, la autocracia en sí, la desaparición forzadas de personas es algo implícito de estos tipos de gobiernos, aquellos que no promulgan con el dictador o su gente.
La dictadura militar ha sido uno de los peores momentos en la historia de cada nación en Centro y Sudamérica, dejando no solo muertes, pobrezas y rezagos sociales, sino también incertidumbre, traumas, miedos, además de esa pérdida de permanencia al lugar de donde nació, así como el desplazamiento de personas y con ello, la desintegración de familias completas, todo esto, no ayuda a los países a crecer, a evolucionar al ritmo de las grandes potencias.
La mayoría de las dictaduras fueron respaldas por países primermundistas, sobre todo en el continente americano, donde los Estados Unidos con una guerra fría, apoyó a golpes de estados en diferentes naciones “luchando” contra el comunismo, así como experimentando sistemas económicos y sociales, los perjudicados al final de cuentas, fueron los ciudadanos mientras la mayoría de estos dictadores sin ser juzgados, beneficiándose ellos y sus familias de las mieles de las riquezas así como de la posición social durante sus mandatos.
México, no ha tenido esas luchas armamentistas por el poder, desde la revolución de 1910, se ha encontrado exento de esos golpes militares, pese a todo el partido oficial o sea el PRI, mantuvo una dictadura política y social durante décadas, pero nunca fue un régimen equiparable a las vividas por los países centro y sudamericanos ni mucho menos con las consecuencias post dictatoriales.
Existen similitudes con las acciones y discursos de dictadores populistas actuales tanto de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Fidel Castro y López Obrador, “primero los pobres”, cuando sus hijos gozan de la fortuna en el extranjero, por más dinero que regalen a través de diversos mecanismos la pobreza y la desigualdad crecen, con ideologías de la redistribución de la riqueza, queriendo desaparecer a los ricos aunque eso no suceda porque solo cambian de manos, la destrucción de las instituciones para autoproclamarse como el único líder al estilo Stalin o Hitler, para imperar la autocracia dejando a un lado toda crítica contra sus gobiernos.
La polarización social del pueblo mexicano gracias a Obrador, dejará un gran costo en el futuro, lo vemos actualmente, ya no es una suposición de la peligrosidad de este personaje, ya lo podemos palpar a través de la economía macro y micro, del desempleo, de las políticas públicas, de la destrucción de las instituciones y la división de poderes para concentrar todo en sus manos, sin resolver los verdaderos problemas del país existente por décadas, el rezago será equiparable a los fobaproas, a las crisis como las del noventa y cinco o la petrolera de López Portillo o tal vez peor, porque aunado a la pandemia se ha incrementando el número de pobres y creciendo la desigualdad social así como económica.
La aprobación de la reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, siendo contraria a la constitución demuestra la imposición de una persona, ¿dónde quedó los plebiscitos que manejaba en un inicio para querer cambiar algo?, es obvio su cambio de actitud, más cínica además de descarada, preparándose para una extensión de mandato cuando culmine su presidencia y para eso también intentará cambiar la norma electoral en el siguiente año, queriendo retomar el caso de Perú, con Alberto Fujimori, elegido democráticamente, aprovechando la reelección permitida en su carta magna durando 10 años al frente de ese país concentrando el poder en su gobierno y hoy en día preso por todos sus abusos y corrupción.
Es claro una cosa, los diferentes dictadores militares en américa llegaron a través de las armas, algo diferente a Obrador, sin embargo hay similitudes con el gobierno de Fujimori, al entrar de forma democrática, pero existe un impedimento en la Ley para mantenerse en el poder como el ex presidente peruano: la reelección, y ha de buscar la modificación en la constitución o algún mecanismo para lograrlo, ya han estado buscando esa parte sus operadores tanto del Senado como en la Cámara Federal y no duden que lo intentará en el 2024, pero no podrá permanecer por mucho tiempo, porque existe un país vecino así como exigencias internacionales quienes no permitieron en su momento al PRI seguir con su dictadura perpetua, con más razón no dejarán a este presidente, pero mientras lo sufriremos.
