Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con la CALAMIDAD, que es cuando una adversidad alcanza niveles de desgracia colectiva…
Por Marta Obeso @MartaObeso
En México y en el mundo, la pandemia por Covid-19 ha dejado de ser una emergencia sanitaria para convertirse en una lamentable #Calamidad.
El confinamiento obligatorio para no enfermar o enfermarse, la suspensión y reducción de ciertas actividades para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 y la inexperiencia de las autoridades ante el desconocimiento de la magnitud del problema, ha sido solo el principio de esta amenaza que comienza a acrecentar la dimensión de sus consecuencias.
El impacto destructivo del coronavirus no sólo afecta a quienes se contagian y enferman, a los que se enferman y enferman a sus seres queridos o, a quienes pierden la batalla y dejan dolor y desconsuelo a sus familiares.
Para sobrevivir en esta #NuevaRealidad, es primordial entender el impacto destructivo que el Covid-19 va más allá de enfrentarse a una situación adversa que se pueda superar participando, desde sus casas, como simple espectador.
Esta desgracia a la que nos enfrentamos como seres humanos ha desmenbrado nuestras actividades habituales; sin embargo, persiste el anhelo de regresar a lo cotidiano sin terminar de comprender el riesgo que se corre al intentar hacerlo.
Cientos de muertos y miles de contagios por Covid-19 son el conteo que nuestras autoridades reportan diariamente. El macabro informe no da cuenta de la tragedia que vive cada una de las familias.
Hay quienes a la perdida de un ser querido habrán de sumar la perdida de la principal fuente de ingresos o, peor aún, la perdida de aquello que nos motive a no darnos por vencidos, haciendo infausta nuestra #TerribleRealidad
A esta #Calamidad se le suma la incentidumbre de nuestro porvenir, tras la evidente torpeza con la que el Gobierno a actuado para hacer frente a este acontecimiento inesperado
Los estragos del Covid-19 ya repercuten en nuestra sociedad. El ritmo de la vida colectiva se ha visto drásticamente reducido y no se vislumbra a la deriva un medio de auxilio que icentive la esperanza de quienes nos rehusamos a perecer como víctimas de la gran desestabilización surgida de esta pandemia.
La repartición de culpas para determinar que fue lo que convirtió esta pandemia en #Calamidad, no abonará a reducir el impacto del daño. Sabemos que necesitamos de medios extraordinarios que nos ayuden a superar los daños y, sobre todo, es imperante identificar todo aquello que nos hizo tan vulnerables.
¿Usted que opina?
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