Conocida como la mano dura del fisco y muy allegada al presidente Andrés Manuel López Obrador, Raquel Buenrostro es ya la nueva titular de Economía que tiene al menos, un pendiente que dejo su antecesora Tatiana Clouthier: el proceso de consultas entre Estados Unidos, México y Canadá en torno al TMEC, que buscan resolver una controversia generada por el Gobierno de Morena en materia energética.
Por: Ernesto Madrid
Además, tiene el reto de iniciar rondas de negociaciones para tener un tratado con Corea del Sur, incrementar las inversiones extranjeras y, por supuesto, la implementación de la política energética.
Lo anterior bajo el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en donde el gobierno mexicano participa en tres casos: la acusación por la política energética, la desprotección a la vaquita marina y, en los entredichos, la denuncia a los estadounidenses por diferencias de interpretación en reglas de origen de autos.
Sus retos son distintos, pero paralelos, porque mientras al frente del SAT le encargó terminar con la corrupción, en donde deja claro oscuros y aumentar la recaudación, en donde sí dio resultados ya que logró aumentar los ingresos a las arcas públicas que acuerdo con datos del organismo que encabezó que alcanzaron los 3 billones 617.234 millones de pesos este 2022; 3,6% más que en el mismo periodo de 2021.
Además, consiguió la centralización y austeridad de las compras que hace el Gobierno, fue otro de los grandes encargos de la matemática, evitando gastar 200.000 millones de pesos, pero tiene enfrente lograr mitigar la inflación.
La realidad es que la exsecretaria Tatiana Clouthier tuvo buenos resultados en materia de captación de inversiones, crecimiento y lanzó el proyecto de política industrial, pero se enfrentó al canibalismo de dos compañeros de gabinete: “el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el canciller Marcelo Ebrard”.
De acuerdo con el columnista Darío Celis el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, “no solo le recortó para el año próximo el presupuesto de la Secretaría de Economía, sino que le negó recursos para administrar las consultas en materia energética e incluso para impulsar la política industrial que presentó en días pasado y que lo empresarios vieron con buenos ojos.
El otro contrincante que la arrolló y la presionó más fuerte provino fue el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, un expriista ‘con un colmillo muy largo’ que “siempre ha creído que esa dependencia debe desaparecer y que sus funciones de comercio internacional bien pueden ser fusionadas en una pequeña área a la cancillería” de acuerdo con El Financiero.
Y Así se fue, la exsecretaria que sin duda realizó una operación determinante cuando coordinó la campaña del ahora presidente de la República, que la quitan, después de hacerla a un lado, desde que Obrador logró lo que quería.