Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con la AMISTAD, esa relación afectiva que existe entre las personas y que tiene presente la afinidad y un trato cordial; interpretada también como compañerismo o camaradería con base en la lealtad.
Por @MartaObeso
Diversos estudios coinciden en que a amistad es uno de los sentimientos más sólidos y gratificantes que pueda disfrutar el ser humano. Desde un aspecto filosófico se han distinguido tres tipos de amistad: la que se da cuando se comparte un beneficio mutuo, la que surge por el disfrute del deleite que se produce por pasar tiempo juntos y la verdadera amistad, que es cuando se está al lado de alguien, en las buenas y en las malas.
La amistad es un valor universal latente en todas las culturas y, en todo el mundo, la amistad se alimenta del respeto mutuo y la sinceridad, que son la base de una amistad duradera que podrá fortalecerse en la misma magnitud que la reciprocidad que esta franqueza se registre; pero cuando esta correspondencia no se suscita con la misma intensidad, la posibilidad de DEFRAUDAR a un amigo se mantiene latente.
Hablar de la amistad desde la perspectiva filosófica de Aristóteles, no dirige a entender que es esta relación afectiva la que mantiene unida a una sociedad y, no saber construir lazos de amistad, deriva en discordia y actos de injusticia que ATENTAN contra la concordia que debe de imperar entre ciudadanos y gobernantes.
Entre amigos todo es común, y es esta mancomunidad lo que nos convierte en hermanos y camaradas y, el deber de la justicia se fortalece en la misma magnitud de la consistencia del lazo de amistad que nos une; es decir, no es lo mismo que alguien AGREDA a un amigo que aún desconocido.
Así es como siendo amigos surgen los ENEMIGOS; ya que es al llegar al clímax de la amistad perfecta, cuando la lealtad se interpreta como “el daño que le haces a mi amigo me lo haces a mí”, se da pie a que nazca el conflicto y se tome partido para sobre poner a la amistad esa causa en común que convierte en ADVERSARIOS a aquellos que han señalado al amigo.
Esa virtud que une a las personas y que se llama amistad deja de serlo en el momento que se transforma en aliciente para AGREDIR a quienes, no siendo amigos del amigo, tienen la osadía de señalar esas acciones que solo favorecen a ese grupo de simpatizantes INCAPACES de ampliar al halo benefactor a quienes se asumen excluidos.
Convertir la amistad en AMIGUISMO y permitir que se expanda en las esferas del poder, es lo que atenta contra el valor ético de la verdadera amistad, esa que en inmensidad y firmeza tiene la capacidad de unir naciones en las que el interés común tenga más que ver con la humanidad que con la individualidad de seres carismáticos que aprovechan esta afectividad y empatía para obtener el bienestar personal.
Un buen amigo es bondadoso, no solo con sus amigos, lo es con toda la humanidad. Un buen amigo jamás permitirá que ataques a quienes considera sus ENEMIGOS. Un buen amigo nunca justificará la enemistad como medio para lograr un fin. Vamos a reflexionar qué es y cual es el valor de una verdadera amistad: esa que construye y crea en armonía.
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