La vida es un perpetuo movimiento que,
si no puede progresar en línea recta,
se desenvuelve circularmente.
Thomas Hobbes
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Los escándalos en torno a la 4T supuran todos los días y es el mismo presidente López Obrador que le atiza para que levante la llama, le gusta y se siente cómodo en ese contexto de polarización que ha creado. Hace apenas unas horas defendió a capa y espada a su zar anti Covid-19 por sus vacaciones, dijo que era una campaña de desprestigio por parte de los conservadores y de los medios de comunicación, por si fuera poco, remató con su escapatoria a jugar béisbol para que se enojen más sus adversarios.
Esas salidas fáciles de culpar al pasado ya las conocemos, son parte de un show aprendido y predecible que le ha dejado dividendos a él. Como no hay una oposición partidista que le haga frente, el tabasqueño ha encontrado en periodistas, científicos, activistas, medios de comunicación a los sparrings perfectos, los golpea, los acusa, señala y luego esconde la mano, evade la responsabilidad y se martiriza, según es el presidente más atacado desde Madero, pero quienes tienen un pensamiento crítico saben que eso es una mentira.
Y así se nos han ido 25 meses de 4T, dando maromas para justificar errores, abusos y la corrupción que no termina, es verdad que es un tema de mucha profundidad que se ha enquistado en la sociedad, un tema cultural, aunque no lo entienda así López Obrador y su círculo cercano. Se ha buscado justificar los contratos del hijo de Manuel Bartlett, los que se otorgaron a la familia de Zoé Robledo director del IMSS, las supuestas aportaciones recogidas por Pío López Obrador, o que tal los escándalos de Ana Gabriela Guevara en la Conade.
Dicen que lucharon por sus ideales y el caudillo de Macuspana les marcó principios, no robar, no mentir y no traicionar, aunque estos se quebrantan tan fácil, son de moral relajada como la defensa a Hugo López-Gatell, pero también las disculpas que da López en el caso de la CFE y el apagón donde se entregó un documento falso, pues qué pasó con esos principios, qué ocurrió con eso de por lo menos perder la respetabilidad.
En Nueva Zelanda el ministro de Salud dice ser idiota por irse de vacaciones en plena emergencia; aquí López-Gatell dice que las merecía. Algo similar sucedió en Canadá con el ministro de Finanzas de Ontario, quien además realizó un montaje de su supuesta cuarentena; Aquí varios personajes de la vida pública subieron sus fotos quebrantando las medidas sanitarias o se fueron al campo de beisbol.
Eso sí, según el presidente se trata de una campaña de los medios de comunicación para desestabilizar a su gobierno. Pero ya que estamos en eso de las comparaciones, también su amigo Trump culpa a los medios de su desgraciada fortuna como candidato. En Brasil, Jair Bolsonaro afirmó que el país está quebrado, que él no puede hacer nada para remediarlo, y sí, culpó a los medios de comunicación.
Poco a poco se va diluyendo la posibilidad de un cambio, así le pasó a Fox y el inquilino de Palacio lleva el mismo rumbo. Pero mejor ahí la dejamos…
Entre Palabras
Al que le están sacando sus trapitos al sol es a Félix Salgado Macedonio quien pretende ser el gobernador de Guerrero, lo acusan de una probable violación, de que en su administración como presidente municipal de Acapulco creció el narco y la violencia. Y lo que falta que revelen…
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Hasta la próxima