Sí, las y los mexicanos volveremos a escuchar la misma canción, solo promesas de una partidocracia que le sale debiendo a este pueblo
Por: Isaías Guache.
Hace dos días inició el año 2021, y aunque la pandemia sigue siendo el elemento que atrae la atención de los ciudadanos mexicanos, que no de las autoridades federales, que suspendieron la aplicación de la vacuna contra el Covid-19, por ser días feriados (como si el contagio de ésta y las muertes provocadas por la misma también se pararan), empezamos a presenciar en los medios masivos de comunicación, en especial en la radio y la televisión, la aparición de otra pandemia que regresa a nuestro país, y que es el proceso federal electoral y algunos locales, que contextualizan la que será la jornada electoral más grande en la historia de nuestro país.
Sí, México se caracteriza por ser un lugar donde siempre hay elecciones, y que hace que sea la mexicana, una de las democracias más caras del mundo, aunque en términos reales sea una de las más cuestionadas por su propia ciudadanía, que detesta a la clase política y no cree en la autoridad electoral, alto honor que comparten el INE y el TEPJF.
La elección de este año, que a más de ser la más grande en la historia de México, es quizás la más polarizada, ya que todo se circunscribe a dos opciones, estar a favor o en contra del jefe del ejecutivo federal. En la partidocracia mexicana quienes están a favor del López Obrador se han agrupado en la alianza “Juntos hacemos historia” (Morena, PT y Partido Verde) y quienes están en contra de López Obrador se han agrupado en la coalición “Va por México” (PRI, PAN y PRD).
El resto de los partidos que no se encuentran en ninguna de las alianzas anteriormente señaladas, estarán generando esta dinámica, los tres partidos nuevos (PES, RSP y Fuerza Social por México) apoyarán de facto a Morena, ya que son pro AMLO y aunque en esta su primera elección no pueden hacer ningún tipo de alianza de jure, (le deben su registro parcial a López Obrador hasta que lo ratifiquen cumpliendo con el 3% de la votación nacional en 2021) le regresarán el favor apoyando al partido del Presidente de la República y, Movimiento Ciudadano, con su inexplicable alejamiento de la alianza Va por México, irá solo tratando de convencer al gran elector (AMLO) que les ayude a que el político más errático del 2020 Samuel García, se convierta en el nuevo gobernador de Nuevo León (papelazo de este membrete propiedad de Dante Delgado como los esquiroles del 2021).
Lo verdaderamente vergonzoso de este proceso electoral es que ante la emergencia de detener la pandemia de Covid-19, después de que el año pasado la administración de López Obrador, fue señalada a nivel internacional como el gobierno que peor afrontó este fenómeno en el mundo; desviará la atención de la gente hacia un tema que la mayoría de asume como intrascendente, ya que la democracia en nuestro país es cada vez más cuestionada, dado que a pesar de que nos dicen que ha tenido avances significativos a partir del año 2000 (la alternancia en la Presidencia de la República), cada vez resuelve menos asuntos y hace muy lejano el espíritu filosófico de pensar que la democracia debe alcanzar la vida digna de los ciudadanos.
Los mexicanos ya empezamos a percibir la andanada de anuncios de los diferentes partidos políticos prometiendo lo que no pueden cumplir, y hablando de temas para los cuales no tienen propuestas viables y demostrando que cada vez están más alejados de los deseos, reclamos y exigencias de un pueblo harto de estarlos escuchando.
Al fin y al cabo, ya sabemos la tónica de esta elección: Morena diciendo que el PRIAN y el PRD quieren recuperar los privilegios de los cuales se han perdido desde la llegada de la 4T a la Presidencia de la República y a la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, y que lo importante es no mentir, no robar y no traicionar, aunque la ciudadanía vea a los miembros de la 4T robando, mintiendo y traicionando todo el tiempo, y como muestra solo unos botones: la familia de AMLO (su hermano Pío, su cuñada en el municipio de Macuspana, su prima con los contratos en Pemex, sus hijos ahora empresarios), Manuel Bartlett, Rocío Nahle, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Irma Eréndira Sandoval y su familia (su esposo John Ackerman y su hermano Pablo Amílcar, Zoé Robledo, etc. Y por el otro lado, el PRIANPRD diciendo que pueden sacar al país de esta situación tan lamentable que vive en la actualidad, pero curiosamente ellos fueron los que en muchos aspectos trajeron al país al momento en que está viviendo, ya que cuando detentaron el poder, se dedicaron a robar de manera indiscriminada y generaron tal desazón y desesperanza entre los mexicanos, que voltearon a ver la supuesta propuesta de un populista, cuyo único mérito fue conjuntar todo el enojo y molestia del pueblo mexicano, para hacerse del poder sin saber qué hacer con el mismo.
Sí, las y los mexicanos volveremos a escuchar la misma canción, solo promesas de una partidocracia que le sale debiendo a este pueblo. Mientras la política partidista en nuestro país se siga haciendo por conveniencia y no por convicción; y mientras los partidos políticos sólo sean agencias de colocaciones, la democracia mexicana seguirá siendo incipiente, por no decir inexistente.