La risa no es más que la gloria
que nace de nuestra superioridad.
Thomas Hobbes
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. El inicio de año no es nada prometedor si no se hace un viraje de timón desde Palacio Nacional para aliviar la pandemia, la crisis económica y la creciente inseguridad, aunque sabemos que López ya decidió y su prioridad será conservar la mayoría en la Cámara de Diputados, ganar gubernaturas, municipios y con ello consolidar su régimen por lo menos un sexenio más, para eso le gustaría tener callados a sus críticos, a periodistas, activistas e intelectuales que son atados sistemáticamente.
López Obrador y los suyos nos han dado pinceladas que francamente rayan en la intolerancia de los regímenes autoritarios centroamericanos, se vislumbra un coqueteo con lo dictatorial de “se está conmigo o contra mí”, “yo soy el Estado” y para lograr perpetuarse, utiliza a los medios públicos para atacar a sus críticos, dando poder a sus descerebrados personeros para mandar mensajes de que este no es igual que los otros presidentes, que en el pasado hubieran amanecido con moscas en la boca, una amenaza velada muy peligrosa, todavía peor si se fraguó en la oficina de Jesús Ramírez Cuevas.
Cuando eran oposición, hablaban de un cerco informativo que si existió en el 2006, pero que López utilizó a su favor para martirizarse, desde esos entonces López estigmatizó a todos los medios de comunicación, claro con sus excepciones que le sirvieron fielmente y se construyeron para impulsar las campañas, ahora parte de aquellos cercanos que pedían transparencia en los presupuestos de los medios públicos, más espacios para el diálogo y la pluralidad, a esos les molesta que se sepa cuanto cobran por sus servicios, hasta mientan madres en las redes y dicen que no es de interés periodístico esa información como Sabina Berman.
El asunto es de esencia, decencia y transparencia, no es cuánto ganan por hacer su trabajo, aunque sean de a millón en un medio público, metidos en una supuesta lucha contra la corrupción, cuando se dicen superiores morales deberían celebrar que la ciudadanía tenga esa información porque son dineros de los contribuyentes. Deben aguantar las críticas y los cuestionamientos de por qué se prestan a golpetear desde la televisión pública a los que piensan diferente, como si fuera un aparato propagandístico Canal Once del IPN, o como si todos tuvieran que pensar de la misma forma.
Ni en los peores momentos del PAN y del PRI se utilizó a los medios públicos de esta manera, por supuesto que los medios concesionados eran usados para apuntalar a la política y sus protagonistas, juego al que le entró López Obrador para ser presidente, hay que ver la relación que los de la 4T tienen con Azteca y Televisa que han conservado sus privilegios, sus negocios y han insertado a sus alfiles que despachan desde el mismo gabinete. ¿Eso ya no se permite criticar? ¿O se sometieron al caudillo?
Lo más decepcionante no son los jilguerillos youtubers que sin comprobar destrozan, aniquilan y cierran la posibilidad del debate, los que creen que con la frase de “prensa chayotera” matan años de buen periodismo del país, ellos no son referente, son circunstanciales de un régimen, si no evolucionan serán momentáneos y efímeros cual contenido de las redes.
Los que han decepcionado son los que se insertaron en el régimen y hacían buen periodismo, o las que fueron implacables -y que bueno- con Peña Nieto y ahora son dóciles con los nuevos corruptos, los que se sienten herederos de Julio Scherer García, Miguel Ángel Granados Chapa y Vicente Leñero, hoy esos comunicadores ordenan linchamientos desde sus escritorios…
Entre Palabras
¿Y los médicos cubanos? A los galenos no se les ha visto, no se sabe que hacen, en su visita anterior se llevaron 135 millones de pesos.
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Hasta la próxima.