La Ilustración, que descubrió las libertades,
también inventó la disciplina
Michel Foucault
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Es muy importante no perder de vista lo que sucede con la pandemia del COVID-19, a pesar de que el gobierno de López Obrador le dio carpetazo y repartió la responsabilidad para que cada estado tome las decisiones y lavarse las manos, claro porque ellos, los de la 4T, se encuentran en franca campaña política buscando conservar a toda costa la mayoría en la Cámara de Diputados, ganar gubernaturas que están en manos del PRI, esas son las prioridades de Palacio Nacional.
Mientras se desarrolla la trama de la extradición de Emilio Lozoya y si da nombres de altos funcionarios, o el de César Duarte, o… las declaraciones en EU de Genaro García Luna, en el país la tragedia continúa, más de 40 mil 400 muertos por la pandemia que no baja, los contagios siguen al alza aunque la narrativa del figurín y López-Gatell diga lo contrario, aunque siga haciendo malabares para convencer de algo que ya los rebasó y que han criticado duramente tanto dentro como fuera del país y ni así lo admiten.
Lo único que ha perdido gas es la atención de los medios de comunicación, pues la pandemia ya no tiene el número de notas como al inicio y es natural ese comportamiento, por ello debemos insistir para que no se olvide porque eso les conviene a los gobiernos, pero no significa que este a la baja como quisieran los López, no hay felicidad entre los ciudadanos, ni en eso podrían salir bien librados.
Pero esta historia de las malas determinaciones de López Obrador tiene varias aristas, y podríamos comenzar con el “austericidio” con el que llegó el presidente, de tajo corto los dineros y congeló las compras de medicamentos, eso provocó desabasto en el sistema de salud, en descargo de López, hay que decir que era un verdadero cochinero, pero el remedio resultó peor. Ahí comenzó la lucha de los padres de niños con cáncer que obviamente desestimaron y endilgaron a los conservadores, el encargado de esta canallada el subsecretario López-Gatell, que en esos entonces era un célebre desconocido. Mejor rectifico, conocido por haber sido despedido en la administración de Felipe Calderón, durante la H1N1.
Luego en el 2019, vino la transición desordenada del Seguro popular al INSABI, que fue severamente cuestionada hasta por organismos internacionales que advertían el peligro para la población y así sucedió, el “austericidio”, más detener las compras de medicamentos y una transición de un sistema a otro en la antesala de una pandemia, fue suicida. Y que conste que no se trata de defender al pasado, sino que estos eran los diferentes.
Con el sistema de salud no se juega, porque es jugar con la vida de los mexicanos, así nos llegó la pandemia, no nos sorprendió como a China, porque tuvieron tres meses para anticipar, planear y ejecutar, han pasado más de 120 días y ahí están las consecuencias. Y sí, hay que agregar las enfermedades como la hipertensión, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, pero con todo y eso el gobierno es responsable de cómo se enfrentó la contingencia.
A este panorama desolador y ante la ausencia del secretario de Salud, pues el mando lo tomó Hugo López-Gatell, quien muy pronto asumió el papel de político, se quitó el traje de científico y le entró a la defensa de su patrón, claro, como no hacerlo si lo convirtieron en un fenómeno mediático, uno de esos superiores morales, una ficha más para el ajedrez político de López y sus planes para los próximos años.
Total, que la pandemia los rebasó, jugaron con la vida de los mexicanos y ahí están las consecuencias. Por ello hay que insistir, aunque no les guste.
Entre Palabras
¿Reformar el sistema de pensiones? Suena bien en la voz de López, pero habrá que estar vigilantes y leer las letras chiquitas.
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Hasta la próxima.