La risa es un efecto proveniente de la
transformación repentina de una
expectativa elevada en nada.
Immanuel Kant
Arturo Suárez Ramírez @arturosuarez
Estimado lector gracias. Vaya frivolidad la del presidente Andrés Manuel López Obrador, el país se encuentra en semáforo “naranja y rojo”, las cifras de muertes y contagios por COVID-19 en aumento, protestas en las calles por parte de trabajadores del sector salud que no tienen lo necesario, miles de empleos perdidos, la inseguridad a tope y el hijo prodigo de Macuspana, ha iniciado con su agenda de campaña rumbo a las elecciones intermedias del año que viene.
López Obrador ha sido un magnifico opositor, un excelente candidato al que le viene bien la calle, la cercanía con los sectores más vulnerables en los que se ha abanderado desde hace tres décadas, vendiendo esperanza, protestando por los temas de pobreza, desigualdad, desaparecidos, recorriendo los municipios del territorio nacional, alzando la voz en los proyectos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, así como denunciando la corrupción de estos y prometiendo justicia.
Pero en su turno como presidente de la República nada de esto le ha servido para entregar buenas cuentas en estos meses. Por el contrario, muestra sensibilidad a contentillo, desprecia a los padres de niños con cáncer y su lucha, a los familiares de las víctimas y a las mujeres no les da la cara, no es un mandatario para todos los mexicanos, divide a la sociedad y culpa a los anteriores, se burla y estigmatiza desde la máxima magistratura para luego exigir respeto a las instituciones y a la investidura presidencial.
Ese es el Andrés Manuel que ha sido eficiente como candidato, pero no como presidente ahí están las evidencias. Para sus aduladores, no se equivoquen, no es añoranza ni al PRI, ni al PAN, simplemente así es el tabasqueño y el contexto que ha construido es más conveniente para su forma de gobernar, porque así lo entiende.
La urgencia de las giras es por estar en contacto con el electorado, los temas son políticos y no de salud, no se le ha visto a AMLO visitar los hospitales, recibir a los médicos que están en la primera línea de combate en la emergencia sanitaria. Seguramente en Palacio Nacional ya midieron el daño que les va a dejar la pandemia y por ello la decisión de salir para realizar lo que mejor le sale, ser candidato.
En la 4T quisieran borrar de un plumazo los estragos de la pandemia, pero como ya lo he dicho, eso no es posible y los va a desnudar en las malas decisiones que han tomado. Es mezquino hacer campaña en este momento cuando la prioridad es otra, la emergencia sanitaria que no ha terminado.
Si a Felipe Calderón y a Peña Nieto se les criticó severamente por el reguero de sangre y muertos por la violencia y el narco, a López Obrador se le debe hacer lo mismo, pero hay que sumarle la negligencia durante la pandemia, de la cual no es culpable, pero si responsable del actuar.
El presidente tiene agenda y no están las víctimas, ni los familiares, ni los deudos, su agenda es política para darle continuidad a la 4T, ¿lo conseguirá? veremos.
Entre Palabras
En la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que preside la fan número uno de López, Rosario Piedra Ibarra, se han dado despidos injustificados vulnerando los derechos de los trabajadores. ¿En manos de quién estamos?
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Hasta la próxima.