Las Malas Palabras de hoy tienen que ver con las acciones que descomponen el Estado de Derecho. Acciones que realizan autoridades y funcionarios públicos, tal y como recientemente sucedió en Baja California; en donde un grupo de 21 diputados han sido señalados de corruptos por haber aprobado la ampliación de dos a cinco años de la gubernatura que encabezará Jaime Bonilla Valdez.
Así es estimados lectores, el actuar de este puñado de legisladores representa un claro ejemplo de corrupción y desprecio al Estado de Derecho; ya que en lo oscurito y como si fueran delincuentes, aprobaron la Ley Bonilla; actuación que representa la ejecución de actos delictivos.
Un corrupto se deja o busca pervertir o corromper a quienes tienen el poder, realizando de manera intencional un mal uso de este privilegio. Un corrupto es un individuo disoluto, vicioso, protervo; quien con su actuar descompone el compromiso que debiera privilegiar en bien de la sociedad.
Legisladores de diferentes partidos han calificado como una marranada la actuación de estos 21 diputados del Congreso bajacaliforniano; a lo que se suma la indiferencia del presidente de México, incrementando en este actuar la connotación ofensiva hacia la sociedad.
Entre corruptos y corruptores, los bajacalifornianos padecerán las consecuencias de quienes han decidido actuar sin decoro, ni respeto a sus deberes constitucionales; así la lucha contra la corrupción que ha encabezado el Gobierno de la Cuarta Transformación, se ve salpicada de esa podredumbre que emanan quienes debieran de defender nuestros derechos constitucionales.
En México, como en cualquier parte del mundo, las consecuencias de la corrupción son devastadoras y siempre suelen venir acompañadas de consecuencias económicas y daños sociales irreversibles.
Hombres y mujeres de poder, usan su posición para implementar métodos ilícitos que les permitan obtener un beneficio personal, tal y como está sucediendo en Baja California, en dónde ya se investiga ¿Cuál fue el beneficio? que obtuvieron estos 21 diputados, quienes cometieron la marranada de haber aprobado la ampliación de dos a cinco años de la gubernatura que encabezará Jaime Bonilla Valdez.
Los corruptos transgreden de manera intencionada las normas políticas y sociales, cuya finalidad es obtener beneficios mediante el soborno y el fraude. Este comportamiento inmoral ha sido considerado como una patología que ha sido incluída en la lista de transtornos mentales.
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