En una ocasión tuve la oportunidad de participar en un seminario de español en España. El objetivo de este seminario fue hacer conciencia de la importancia de nuestro idioma y,
sobre todo, emplear con orgullo la gran variedad de palabras que conforman a una de las lenguas más importante del mundo.
En esta variedad de palabras que son parte de nuestro idioma, se encuentran las palabras altisonantes. Las palabras que suenan fuerte… “Las palabrotas”.
En el español, son igual de importante que cualquier otra palabra, para expresar de manera directa lo que sentimos o lo que pensamos.
Pero ¿En qué momento una palabra, sea altisonante o no, se convierte en una expresión soez, en una obscenidad o una agresión directa para quien la escucha?…
Esto depende de la intensión de quien la expresa y la connotación con la que adereza la expresión.
Es así que nace Mala Palabras, este espacio editorial en el que daremos cuenta de la elegancia con la que los servidores públicos se mofan de una sociedad ávida de una justicia difícil de alcanzar.
En este sentido, las “Malas Palabras” de esta semana son:
Rebeldía y Obediencia.
Un rebelde es aquel que desafía a la autoridad, quien desobedece una orden o quien no cumple con alguna obligación, sin importar que las causas sean justificadas. Un rebelde siempre estará asociado a conductas conflictivas y violentas. Un rebelde es desafiante, retador y siempre pondrá en duda el valor de las normas que nos rigen como sociedad.
Mientras que una persona obediente siempre acatará sin protestar la voluntad de quien manda. Las personas obedientes pueden llegar a ser extremadamente pasivas y, en casos extremos, permiten la subordinación de su voluntad a la decisión de la autoridad.
En el Mundo Real, obedecer ciegamente a quien tiene la autoridad, siempre provocará una merma en la autoestima de quien obedece.
¿Cómo obedecer? Cuando quien manda nos ordena cometer acciones que merman nuestros intereses personales…
¿De qué forma puede uno contradecir a quien manda, sin pasar a ser un rebelde?
¿Qué es más protervo?
¿Obedecer a quien da una orden que representa un retroceso en mi desarrollo personal o retar abierta y directamente a quien de forma autoritaria decide “Parar en Seco”
a una corporación infestada por la corrupción?
Estas son las Malas Palabras de esta semana,
Recuerden que el lenguaje es la clave para una buena comunicación.
¡Hasta la próxima!
Puedes ver el Video Editorial en: