Por: Yerucham Delgado
En Petróleos Mexicanos los trabajadores se debaten entre la precariedad y la muerte. Sumado a la histórica carrera por la supervivencia económica de la empresa, se adhieren los resultados del manejo de la contingencia por Covid-19, por los que la misma ha sido identificada como la que presenta el mayor número de muertes ocasionadas a partir del contagio del virus del Sars Cov2 a nivel mundial.
"La petrolera estatal de México es en la actualidad la compañía que cuenta con el mayor número de trabajadores fallecidos por coronavirus de todo el mundo, con un total de 313 defunciones de trabajadores en activo"
Pero por si esto fuera poco, la relación que mantiene con su sindicato en las últimas semanas se ha tornado tensa debido a las condiciones laborales que persisten en la Empresa Productiva del Estado. Les explico, desde el comienzo de este sexenio y con el cambio de administración, el signo distintivo de las políticas de Petróleos Mexicanos ha sido la austeridad, aun cuando en muchos de los casos se llegue a niveles de carencia y precariedad, sobre todo en lo que respecta a las condiciones en las que desempeñan sus labores los trabajadores de la empresa.
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La anterior situación se vio agravada luego de decretarse la contingencia por Covid-19, ya que más allá de procurar o ejecutar los protocolos y las acciones necesarias para contrarrestar el contagio y la propagación del virus, la administración vio la oportunidad de seguir ahorrando con la justificación de la ausencia del personal que se encontraba confinado. De tal forma que a la fecha los muertos aumentan y la empresa no termina por cumplir con la Estrategia para la Nueva Normalidad que fue publicada por su Director General, el Ing. Octavio Romero Oropeza.
Por si esto fuera poco, justo en esta semana se ha dado a conocer el estado que guarda la situación contractual de la empresa y su sindicato, la que bien podríamos definir una vez más como precaria. Lo es en el sentido de que el bloqueo de plazas asciende a 9,374 al menos en las refinerías, lo que ha provocado una muy cercana inviabilidad operativa con la concerniente incapacidad en el cumplimiento de las metas de producción.
"El bloqueo de plazas en Pemex pone en entredicho la capacidad operativa de la empresa y la seguridad de sus trabajadores"
Pero ahí no termina, esta precariedad laboral es experimentada cotidianamente por los empleados transitorios que se han quedado sin la posibilidad de cubrir las vacantes temporales debido una vez más, al bloqueo de las plazas, sin contar con que al menos 2000 de ellos, siguen sin cobrar sus salarios correspondientes a contratos que desempeñaron el año pasado.
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De tal forma que el panorama para los trabajadores petroleros es desalentador. Con un incremento en el riesgo de contagio debido al incumplimiento de los protocolos sanitarios necesarios frente la pandemia, aunado a una creciente inestabilidad laboral y a una política de austeridad que no respeta los compromisos contractuales ni salariales con la base trabajadora, hoy por hoy ser trabajador petrolero es un tema de vida o muerte; lo digo en el sentido de que en estos días en Pemex o te mueres de hambre o el Covid-19 termina con tu vida.
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