Memoria, verdad, justicia y no repetición son las garantías comprometidas por el gobierno federal con las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos en episodios trágicos como la Matanza del Jueves de Corpus que este día cumple 48 años.
En diálogo con medios de comunicación, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que este día inicia una serie de acciones para exponer hechos como los del 10 de junio y muchos otros actos de tortura, represión, desapariciones forzadas y ejecuciones sumarias por parte del Estado contra disidentes.
Afirmó que otro de los cambios que llegan con el nuevo régimen es la garantía de que serán respetadas las libertades de todas las personas y que no volverán a suceder episodios nefastos de violaciones sistemáticas a los derechos humanos:
“Se hace el compromiso, que es algo sublime, de no utilizar nunca jamás la fuerza ni la represión para detener las expresiones de inconformidad contra el gobierno. Nunca más el autoritarismo en México.
“Esto lo dejo de manifiesto en un día que se recuerda un acto de represión que no se va a olvidar. Eso es importante. Nosotros no vamos a torturar a nadie, no va a haber desaparecidos, no se va a mandar a asesinar a nadie.”
El mandatario delineó el perfil actual del Estado mexicano hacia las víctimas y reafirmó sus premisas básicas:
“Este es un gobierno respetuoso de los derechos humanos, del principal derecho humano: el derecho a la vida. No es un gobierno autoritario como los que existieron lamentablemente en nuestro país. Va a haber justicia. Primero, porque estamos aceptando los agravios que se cometieron. Segundo, porque estamos haciendo el compromiso de nunca más optar por el uso de la fuerza.
“Y tercero, porque se van a revisar las denuncias y se va a promover que se castigue a responsables. No hay impunidad. Son muchos temas pendientes, pero en todos los casos no va a haber carpetazo, son expedientes abiertos.”
Durante su intervención, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas Rodríguez, dio a conocer que, en el preámbulo del 50 aniversario de los hechos del Jueves de Corpus, este día inicia el rescate de espacios donde se cometieron actos de tortura y exterminio de disidentes al régimen en los años de la Guerra sucia.
Anunció que hoy será inaugurado el memorial Circular de Morelia en las instalaciones de la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS), sitio emblemático en la década de los 70 donde se cometieron violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Señaló que en este espacio se pretende dignificar a las víctimas, “recuperar la memoria y documentar las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron ese año”.
A ello se agrega la presentación de la plataforma digital El memorial virtual con los archivos que hasta el momento han sido desclasificados en el Archivo General de la Nación (AGN), la exposición de obras artísticas y la presentación del documental La herencia más dolorosa.
El anuncio estuvo acompañado por la participación de Alberto Híjar Serrano, sobreviviente de la Guerra sucia, quien subrayó que con este acto de memoria se busca demostrar que la historia dialéctica de nuestro país “no es sólo la historia del Estado”, sino de las luchas populares y sus combatientes que forjaron la nación.
Martha Alicia Camacho Loaiza, también sobreviviente, relató una parte de su historia como víctima de tortura y desaparición forzada, así como la ejecución de su esposo: “todavía no alcanzamos justicia; esperamos que en esta ocasión sí podamos alcanzarla”.
Se logró acuerdo con EEUU; lo que cuenta en política es mantener principios y también los resultados
En torno al acuerdo alcanzado con Estados Unidos, el mandatario dijo que “se vivieron 10 días complicados”, pero “lo mejor es que no entran en vigor esos aranceles el día de hoy. Lo que cuenta en política es mantener principios y también los resultados”.
Durante su intervención, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon afirmó que “ha sido el momento más difícil en la relación entre México y Estados Unidos”, donde uno de los primeros objetivos de la delegación mexicana fue separar el tema migratorio del comercial.
Con un tratado de libre comercio en puerta, el aumento a los aranceles de nuestro país hubiera significado una guerra comercial, “la pérdida de un millón 200 mil empleos e implicaría una caída en el Producto Interno Bruto de más de un punto”.
Expuso que uno de los acuerdos más importantes fue acelerar las acciones de seguridad en la frontera sur que ya se tenían previstas en la estrategia del gobierno federal:
“La Guardia Nacional mexicana va a cubrir todo el territorio nacional y también la frontera sur. Eso no se deriva del acuerdo con Estados Unidos, eso ya estaba establecido. Hacer el despliegue más rápido, eso sí, pero nada más.”
En cuanto al tratamiento que se dará a las personas que proceden de Centroamérica, se hará su registro en territorio nacional con apego a la ley, especialmente ahora que la cifra de migrantes se ha disparado.
En segundo término, México brindará trato digno a personas de Centroamérica que solicitan asilo en Estados Unidos en tanto el gobierno estadounidense define cada caso.
El canciller señaló que no existen “acuerdos secretos” con el vecino país “porque además la instrucción que tenemos es hacer una diplomacia transparente” y agregó que, “de ser necesario, México y los Estados Unidos, a fin de enfrentar los flujos migratorios irregulares y las cuestiones de asilo, continuarán sus conversaciones sobre los términos de otros posibles entendimientos”, lo que incluye acciones adicionales como entablar diálogos con Guatemala, Panamá y Brasil.
Será en 45 y 90 días cuando ambos países se vuelvan a encontrar para hacer un balance del cumplimiento de las metas. Además, quedó asentado nuevamente el compromiso adquirido entre ambas naciones (el pasado 18 de diciembre) en torno al plan de cooperación y desarrollo integral en Centroamérica –propuesto por México- que ha sido respaldado por Alemania y España y que ya cuenta con el compromiso de inversión de 5.8 billones de dólares. En una primera etapa, llegarán 350 millones de dólares a El Salvador.
Por último, el presidente López Obrador se refirió a la llamada telefónica que entabló con el presidente Donald Trump, quien le dijo “que había optado por el acuerdo. Nosotros celebramos esa postura y hablamos de los 90 días y quedamos en comunicarnos en 90 días para esperar resultados, y yo estoy seguro de que vamos a salir bien”.