Peritos mexicanos buscan en un predio que albergó en el pasado un cuartel militar en el estado de Guerrero (sur) los restos del líder social Rosendo Radilla, desaparecido hace 45 años, informó hoy la Fiscalía General de la República (FGR).
En un comunicado, la dependencia indicó que las excavaciones se realizan para cumplir la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que en 2009 ordenó al Estado mexicano buscar y localizar a Radilla.
Los peritos emprenden las tareas acompañados por familiares de Radilla en terrenos que ocupó el cuartel militar de la 27ª Zona Militar en el municipio de Atoyac de Alvarez, indicó.
"El Ministerio Público Federal, con el apoyo de peritos de la FGR, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, del Instituto Nacional de Antropología e Historia y expertos propuestos por familiares de la víctima, lleva a cabo los trabajos", apuntó la fiscalía.
Ex alcalde y dirigente social de Atoyac de Alvarez, Radilla fue detenido por soldados en agosto de 1974 cuando viajaba en un autobús con su hijo y la última ocasión que se le vio con vida estaba en el cuartel militar donde ahora es buscado, según la sentencia de la Corte IDH.
La corte del organismo internacional revisó la desaparición de Radilla luego de que la familia no obtuvo respuesta de las autoridades para esclarecerla y sancionarla, en lo que fue el primer caso en que condenó al Estado mexicano por violaciones graves a los derechos humanos.
Según la fiscalía mexicana, la denominada "Sexta Diligencia de Excavación" se desarrolla del 25 de marzo al 13 de abril próximo con una participación activa de los familiares de Radilla.
Imágenes divulgadas por la FGR muestran a los peritos enfundados en trajes blancos realizando tareas y personas excavando con palas en el predio a cielo abierto.
"El representante social federal hizo del conocimiento de los trabajos de excavación a diferentes instancias de gobierno relacionadas con derechos humanos, quienes darán seguimiento al desarrollo de la misma", abundó la fiscalía.
La condena de la Corte IDH por el caso Radilla es considerada significativa porque derivó en cambios en el sistema jurídico mexicano, como el hecho de que tribunales civiles procesen a soldados acusados de violaciones a los derechos humanos en lugar de que lo hagan cortes militares.