La diputada María de los Ángeles Gutiérrez Valdez (PAN) planteó reformar y adicionar los artículos 67 y 226 de la Ley General de Salud, para establecer, en materia de planificación familiar, la prohibición de la venta libre sin prescripción médica, de aquellos medicamentos que ponen en condiciones de riesgo la salud reproductiva de la mujer.
La propuesta, enviada a la Comisión de Salud, menciona que en la adquisición de los medicamentos que ponen en riesgo la salud reproductiva de la mujer, se sancionará conforme a las disposiciones administrativas de la Ley General y del Código Penal Federal.
Enfatiza que no podrán venderse en puestos semifijos, módulos móviles, ambulantes, ni por cualquier medio electrónico o digital medicamentos que no estén autorizados por la Secretaría de Salud, que pongan en condiciones de riesgo la salud de la mujer.
Considera necesario proteger el derecho a la salud, a efecto de generar condiciones propicias que no contravengan y afecten la salud de las mujeres.
Por ello, añade, se deben conceder facultades a la Secretaría de Salud para establecer disposiciones que no pongan en condiciones de riesgo los embarazos no deseados en las mujeres, que han conseguido por cualquier medio de comunicación información poco confiable de las consecuencias del consumo de medicamentos sin prescripción médica.
Llama a regular la venta de fármacos que inhiben y detienen la gestación, así como establecer políticas de acompañamiento y concientización sobre la planificación familiar y la salud reproductiva, pues “sólo así se generarán las condiciones de protección encaminadas a reducir los embarazos no deseados, y como consecuencia evitar los abortos clandestinos”.
Al ser la Secretaría de Salud el órgano rector de los principios de la salud en México, precisa que es necesario que establezca un control estricto sobre la venta y distribución de estos medicamentos, en virtud de que pueden poner en peligro miles de vidas de mujeres.
Refiere que en Internet, de manera habitual, se difunde la compra y venta de fármacos sin receta ni supervisión médica, como es el uso de misoprostol o la mifepristona, “los cuales frente a un embarazo no deseado actúan como antiprogestacionales, utilizados para inducir el aborto, que en la mayoría de las veces en condiciones de riesgo se consumen sin supervisión médica”.
Ensayos clínicos respecto de la interrupción del embarazo sin supervisión profesional y en condiciones de riesgo, han evidenciado que las mujeres que consumieron mifepristona o misoprostol experimentaron dolor abdominal, calambres uterinos, sangrado o manchado vaginal, así como el desagarre o ruptura del útero generando hemorragias severas, que requerirán intervención quirúrgica, ocasionando en algunos de los casos, la muerte materna o fetal.
Considera que esta práctica debe ser atendida como un problema de salud pública por las condiciones en que se adquieren los medicamentos, información de publicidad engañosa a través de internet, pues “la venta y suministro de medicamentos abortivos sin receta médica, ponen el aborto en condiciones de riesgo generando complicaciones en la gestación y la salud de las mujeres”.