En el país hay 306 obras, entre hospitales y centros de salud, que quedaron inconclusas, con un promedio de abandono de 6.4 años, dio a conocer el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, quien señaló que las consecuencias se traducen en saturación de los servicios, retraso en el otorgamiento de consultas a los pacientes y más gastos en la regulación de la atención.
En rueda de prensa ofrecida al término de la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, Alcocer Varela destacó que de esas obras, 238 han pasado el diagnóstico del Plan Maestro de Infraestructura; siguen 93 en proceso y 145 están suspendidas; de estas últimas 43 son hospitales y 102 centros de salud.
Acompañado de los directores generales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Zoé Robledo Aburto, y Luis Antonio Ramírez Pineda, respectivamente, Alcocer Varela informó que hay 68 obras que no han sido evaluadas ni se les ha dado seguimiento a través del Plan Maestro de Infraestructura.
El titular de Salud resaltó que con la terminación y puesta en marcha de todas las obras que tienen viabilidad, se beneficiará a más de 18 millones de personas con nuevos hospitales y a 2 millones 826 mil habitantes con nuevos centros de salud, “esa es la importancia de tener estas obras abandonadas en un camino adecuado”, indicó.
Asimismo, agregó que se prevé concluir y operar 31 unidades médicas durante 2019, para lo cual se requiere una inversión estimada de nueve mil 716 millones de pesos en infraestructura, y de cuatro mil 956 millones de pesos en equipamiento.
En esta administración, dijo, no se inaugurará obra alguna que no cuente con equipamiento y personal de salud de calidad, ya que el reto es fortalecer el primer nivel de atención y la medicina especializada, con disponibilidad las 24 horas de los 365 días del año. “Si no es así, no habrá luz verde para ninguna inauguración”, sentenció.
Alcocer Varela detalló que las obras fueron suspendidas por diversos motivos, entre los que mencionó carencia de financiamiento, de plantilla laboral y de certificación por incumplimiento de la normatividad en salud, así como de las empresas constructoras. Todo ello, afirmó, aunado a la nula transparencia y, en algunos casos, a la corrupción.
Aseguró que el 80 por ciento de las enfermedades pueden y deben ser detectadas y atendidas en el primer nivel de atención, donde la prioridad es el equipo médico y recursos humanos que sustenten la calidad, seguridad y orientación a favor de los usuarios.
Finalmente, el secretario de Salud comentó que se viven tiempos de una conciencia colectiva, donde el humanismo y la ética deben ser las reglas a seguir.
