La Organización Mundial de la Salud es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial. Durante los últimos días ha estado reuniéndose para estudiar si la adicción a los videojuegos podría ser o no considerada una enfermedad oficial tal y como informa The Telegraph. A día de hoy los videojuegos no solo se juegan en consolas de sobremesa como PlayStation 4 o Xbox u ordenadores, sino que gracias a la potencia y sobre todo, comodidad de los smartphones, ahora podemos disfrutar de los videojuegos en cualquier lugar y momento. De ahí que la OMS le empiece a preocupar el tema.
¿Hay suficientes datos para considerar la adicción a los videojuegos como una enfermedad?
Según la OMS, existe un aumento de jóvenes con trastornos psicológicos como consecuencia de pasar numerosas horas con los videojuegos, en especial con algunos de los más populares en la actualidad, como Fortnite o PUBG, hasta el punto de que este último ha tenido que desarrollar una herramienta para avisar a los jugadores de que descansen tras largas sesiones de juego. Ya el año pasado la OMS decidió clasificar a los videojuegos como un trastorno médico, ya que los jugadores daban prioridad a los juegos sobre otras actividades diarias. De esta manera y considerando esta adicción como enfermedad mental, la OMS equipararía a uno de nuestros hobbies favoritos a enfermedades como la drogadicción o el alcoholismo. La OMS decidirá durante los próximos días si incluir o no la adicción a los videojuegos como una enfermedad, por lo que tendremos que esperar al resultado de la votación así como a las conclusiones y razones de peso en caso de que así se haga.
Eres adicto a los videojuegos?, estos son los síntomas y pronto podría ser reconocida como enfermedad por la OMS
De hecho algunas de las pruebas realizadas a este respecto han señalado vínculos entre la depresión y la adicción a los videojuegos, así como la forma en que algunos de los títulos más adictivos pueden tener un efecto similar en el cerebro de los jóvenes que el abuso de drogas o el alcoholismo. Y es que hay que tener en consideración que ya en el pasado año la OMS tomó la decisión de clasificar los videojuegos como un trastorno médico, desorden que hasta la fecha la propia Organización de la Salud define como un patrón de conducta caracterizado por un control deficiente sobre los juegos. Este es un problema que se presenta cuando los usuarios de estos programas lúdicos dan cada vez más prioridad a los juegos por encima de otras actividades cotidianas del día a día, donde incluso entran cosas tan básicas como la alimentación o el descanso nocturno. A esto hay que añadirle que la adicción a la que hacemos mención se convierte en un desorden cuando se continúa haciendo uso de estos juegos, todo a pesar de las consecuencias negativas que claramente producen en otras áreas de la vida. Por tanto, tras la clasificación como trastorno, la demanda de muchos padres ha llevado a que se anunciara el primer centro de adicción al juego financiado por el Servicio Nacional de Salud (NHS), pero los jóvenes a los que se les dijo que podían buscar tratamiento tuvieron que esperar debido a que el centro se ha enfrentado a graves retrasos, al tiempo que muchos «adictos» consideran este tipo de centros como vitales para poder recuperarse.