Un estudio publicado hoy en la revista PLOS Biology señala que la afectación de los ritmos circadianos normales puede fomentar el crecimiento de tumores y suprimir los efectos de los medicamentos para combatir tumores.
La afectación en los ritmos circadianos debido a los viajes en avión, los turnos laborales o las perturbaciones del sueño es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer, pero el mecanismo subyacente no es claro.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania usaron la hormona dexametasona para adelantar los ritmos cotidianos en cultivos celulares y encontraron que la hormona alteraba la expresión de múltiples genes, especialmente los involucrados en la regulación del ciclo celular.
La afectación del ritmo circadiano aumenta la proliferación y división celular, las cuales están estrechamente vinculadas con los tumores. Muchos tratamientos contra el cáncer buscan detener la progresión a través del ciclo celular.
Los investigadores encontraron que la capacidad para combatir tumores de uno de los medicamentos que detiene la progresión del ciclo celular variaba en diferentes momentos del día.
El tratamiento matutino es más efectivo que el tratamiento nocturno y su eficacia se reduce en las células y en ratones cuando los ritmos circadianos son afectados, señala el estudio.
"Entender mejor los efectos moleculares del desfase por el cambio de horario, de los turnos laborales y de otras fuentes de afectación crónica puede conducir a estrategias para minimizar el riesgo de cáncer asociado con estos comportamientos y a mejores estrategias de tratamiento", dijo una de las autoras del estudio, Amita Sehgal, profesora de neurociencias de la universidad.