A una semana de haberse incorporado a la plataforma del programa, más de 300 jóvenes se han registrado para colaborar con CIJ, que integrará a mil becarios —en una primera etapa— en sus más de 100 unidades en todo el país y en sus oficinas centrales. En la segunda etapa, recibirá a 1,500 más, para alcanzar la meta de 2,500 jóvenes participando en la prevención del consumo de drogas.
A través de la impartición de pláticas informativas, talleres educativos y de orientación, los jóvenes promoverán el afrontamiento de riesgos psicosociales asociados con la oferta y el consumo de sustancias; fomentarán estilos de vida saludable en la comunidad; impulsarán la participación comunitaria en la promoción de la salud, y orientarán a madres y padres de familia sobre pautas de crianza positiva.
Al concluir su estancia en CIJ, los becarios no sólo habrán aumentado su propia percepción de riesgo del consumo de drogas y fortalecido sus competencias para afrontar la oferta de las mismas, lo que por sí mismo es preventivo; también habrán contribuido a realizar la prevención más efectiva, que es aquella que se da entre pares.
Cada año, 8 mil voluntarios colaboran con CIJ en su estrategia nacional de atención de las adicciones y atienden a aproximadamente 5 millones de personas. Esta red de voluntarios se verá fortalecida con los jóvenes construyendo el futuro.