Piden al Ejecutivo mesa de trabajo para implementar políticas públicas y
restituir recursos a programas a favor de mujeres
Senadoras del Partido Acción Nacional plantearon diversas propuestas para combatir la desigualdad salarial e impulsar la libertad económica de las mujeres, al tiempo que condenaron el desdén de este Gobierno a los problemas que viven las mexicanas en medio de la crisis de salud y económica que padece el país.
En conferencia de prensa virtual, las senadoras Alejandra Reynoso Sánchez y Audelia Esthela Villarreal Zavala dieron a conocer que el PAN presentará una iniciativa de reforma constitucional para que el salario mínimo cubra las necesidades de toda una familia y no solo del jefe de la misma, como se establece actualmente.
Asimismo, solicitaron al titular del Ejecutivo instalar una mesa de trabajo integrada por los titulares de las diversas dependencias de la Administración Pública Federal para investigar y proponer políticas públicas en favor de los derechos de las mujeres y restituir el presupuesto a todos programas en favor de la mujer que se han eliminado o disminuido recursos.
“La crisis económica y de salud se potencian una a la otra, resultando en una caída del PIB del 8.5 por ciento en 2020, y en un exceso de defunciones del 45 por ciento según las cifras oficiales del INEGI. Todo lo anterior se traduce en una senda de muerte, precarización y pérdida de empleo”, señaló Reynoso Sánchez.
Además, abundó, con base a información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y el IMSS, se desprende que, en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se ha venido ampliando la brecha: hoy una mujer gana casi 11 por ciento menos que al inicio de la actual administración federal.
“Es por eso que necesitamos cambiar esta situación. Necesitamos incluir, desde la Constitución, que el salario deba ser suficiente para cubrir las necesidades familiares y no solo de los jefes de familia”, subrayó.
Lamentó que son las mujeres quienes tienen menos oportunidades laborales, y no por falta de capacidad o preparación, si no por las condiciones que ofrecen. “A nosotras nos discriminan por ser madres o por el embarazo, hay prejuicios aún arraigados sobre nuestra capacidad intelectual o emocional para desempeñar algún cargo”.
A eso debe sumarse el efecto de la pandemia, derivado de esta crisis las mujeres han sido las más afectadas en lo económico, pues alrededor de 5.7 millones de mujeres se quedaron sin una fuente de ingreso, señaló.
Además, las mujeres tienen un 44 por ciento más de probabilidades de perder su trabajo que un hombre, ya que los sectores en los que nos desarrollamos han sido los más afectados como son: el turismo, comercio, educación y salud, manifestó.
“Por si no fuese suficiente limitar las posibilidades de crecimiento económico de las mujeres al cancelar las estancias infantiles, recortar el presupuesto a programas de apoyo al empleo femenino o negarse a apoyar a las empresas familiares para que no quiebren; Morena no ha hecho nada para reducir la brecha salarial por género, por el contrario, este problema se ha agravado”, indicó.
Por su parte, la senadora Villarreal Zavala lamentó que el Gobierno federal desde el inicio de su gestión se ha empeñado en eliminar los programa que ofrecen a las mujeres la posibilidad de hacer frente a sus necesidades, ya sea de carácter médico o social, como los refugios para mujeres violentadas o las estancias infantiles, las cuales permiten el desarrollo profesional de las mujeres y el cuidado adecuado de la infancia.
Asimismo, criticó la eliminación de los recursos del programa modelo de atención integral para pacientes con cáncer cervicouterino, sin considerar que es la segunda causa de muerte en México y que cobra 4 mil muertes cada año.
Recordó que en el Presupuesto de Egreso la Federación 2021 se vieron afectados diversos programas que están enfocados a la prevención de la violencia, la atención de la salud de las mujeres y los derechos humanos; en cambio, se privilegiaron los programas prioritarios del Gobierno federal, mismos que no tienen reglas de operación diferenciadas para hombres y mujeres, y tampoco están diseñados para cerrar brechas de género.
“El camino a la independencia económica de las mujeres, así como para la erradicación de la violencia en cualquier expresión, puede iniciarse de forma institucional a través de la asignación de recursos para los programas con perspectiva de género”, finalizó.