Entre los 304 postulantes al Nobel de la Paz, uno de ellos seguramente soltará más de una exclamación. Se trata del presidente estadounidense, Donald Trump, y aunque muchos duden de sus méritos para el premio que otorga el Parlamento noruego, lo cierto es que este controvertido personaje al parecer tiene cierto arraigo internacional.
Se especuló en un primer momento que la propuesta venía nada más ni nada menos que del primer ministro japonés, Shinzo Abe, pero en realidad fueron dos diputados conservadores noruegos los autores de la solicitud.
Uno de ellos, Per-Willy Amundsen, ministro de Justicia con la primera ministra Erna Solberg (2016-2018), declaró a Reuters: “Lo nominamos por lo alcanzado en la península de Corea” y añadió: “Fue una situación muy difícil y la tensión ha bajado desde entonces gracias en gran parte al estilo diplomático y poco convencional de Trump”.
Su compañero en la iniciativa fue el también diputado del derechista Partido del Progreso, Christian Tybring-Gjedde. “El premio seguramente dependerá de que las conversaciones lleguen a un desarme creíble”, constató.
Trump apuntó el viernes en un encuentro con la prensa que Abe le había dado “la más bella copia” de una carta de nominación remitida al Comité Nobel, y con ello surgió la confusión que el político japonés no ha confirmado hasta ahora.
Solo catedráticos de Historia, Ciencias Sociales o Derecho; representantes elegidos con rango de diputado, ministro, primer ministro o jefe de Estado y antiguos receptores del galardón, entre otros, pueden presentar nominaciones.
Los detalles del reconocido honor se revelarán el 11 de octubre, pero según la costumbre el nombre de los postulantes se mantendrá en secreto.