El tercer y último debate presidencial quizás no mueva las preferencias electorales, pero la magnitud del voto oculto podría cambiar los resultados.
Ernesto Madrid
Y mientras Claudia Sheinbaum se movió al ritmo de las propuestas u defensa de las acciones cuestionadas del presidente López Obrador, evadiendo los ‘pelotazos’ de señalamientos y acusaciones de su contrincante, Xóchitl Gálvez insistió en llamarla ‘narcocandidta’ sólo que ahora con base en el libro de Anabel Hernández ‘La historia secreta’ calificándola de soberbia.
“El próximo 2 de junio, los mexicanos van a tomar la decisión. No es un trámite, señora Sheinbaum, y me parece grave que usted se atreva a decirlo”, donde además surgió la acusación a la morenista de utilizar la fe de los mexicanos como un oportunismo político, luego de visitar al Papa Francisco en el Vaticano con apenas una diferencia de horas.
¿Le contaste cómo usaste a la Virgen de Guadalupe en una falda, a pesar de que no crees en ella ni en Dios? ¿Le platicaste que derrumbaste una iglesia cuando fuiste delegada de Tlalpan? Tienes todo el derecho de no creer en Dios, es un tema personal. A lo que no tienes derecho es a usar la fe de los mexicanos como oportunismo político. Eso es una hipocresía”, le recordó por su postura de son creer en Dios.
Y si bien es cierto que Claudia Sheinbaum supo sortear los ataques consistentes y constantes de su opositora, la realidad es que no dio respuestas puntuales ante tantos señalamientos de la prensa libre y por el contrario, se defendió diciendo que “los mexicanos no nos merecemos un debate presidencial lleno de calumnias y lleno de mentiras, eso refleja la ausencia de proyectos (…) Al debate venimos a presentar propuestas, a defender nuestro proyecto y, por supuesto, a mostrar nuestra calidad humana”, esa que la pinta como ‘soberbia’ que le adjudico Gálvez.
Lo cierto es que en el tema de seguridad, le recordó a Gálvez Ruiz, como lo hace el presidente López Obrador que el expresidente Felipe Claderón tomó una de las decisiones más “terribles”, la guerra contra el narco y yéndose más atrás, le recordó que la matanza de universitarios en Tlatelolco fue con el PRI, partido que respalda a Xóchitl, pero lo que no dijo, es que el secretario de la Defensa Nacional, fue Marcelino García Barragán, abuelo de sus asesor consentido en materia de seguridad, Omar García Harfuch quién dio la orden de disparar a los jóvenes.
Lo que tampoco dijo es que el papá de García Harfuch, Javier García Paniagua, no solo fue un connotado priista, sino que además fue el encargado de reclutar a los extraoficiales que se encargaron de la matanza del 68 con el apoyo de su padre el secretario de Defensa y además fue director de la Dirección Federal de Seguridad que le cedió a Miguel Nazar Haro encargados del terror en la seguridad nacional de México.
Por lo que respecta al abanderado de Movimiento Ciudadano Jorge Álvarez Máynez dijo que a él y a su partido le ha tocado “ponerle seriedad, ponerle propuestas, ponerles causas a los debates presidenciales” e incluso se atrevió a decir que sus propuestas sus opositoras las repiten “después de que yo digo algo lo repiten. Es natural, así es, si plagiaron su tesis y si han plagiado todo a lo largo de su vida, creo que es una manera de ejercer no solamente la política, sino la vida misma y yo voy a seguir construyendo una visión”.