Luego de que se hiciera público el ‘Clan’ de los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador para beneficiar a sus amigos ‘empresarios’ y que circulara el libro de El Gran Corruptor que revela una serie de actos de corrupción de diversos allegados a la cuatroté, el jefe ejecutivo anunció que este año ‘o el año’, antes de que termine su administración, enviará una iniciativa de reforma administrativa para el gobierno federal, que busca desaparecer los órganos autónomos.
Ernesto Madrid
El que más le urge y que ha sido el conducto para revelar los privilegios de los funcionarios de este gobierno convertidos en actos de corrupción, como lo que ocurre con la secretaria de Bienestar y los Adultos Mayores, es el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), además del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), porque resaltó, “no sirven para nada”.
Pero la pregunta era si presentaría una reforma fiscal por la advertencia de los analistas de que Pemex podría caer en default de su deuda a proveedores, como sucede en este momento, aunado a que la producción de petróleo que se desploma rápidamente con una deuda financiera afectada por la falta de flujo, pero dijo que no, que en todo caso enviará un par de iniciativas antes de que termine su mandato, adicionales a las del Poder Judicial y Electoral que ya había anunciado.
Reitero que se trata de organismos “onerosos que no sirven para nada”, en los entredichos de que, a inicios de este año, se filtró la conversación del ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López con los senadores de Morena, que les dijo lo que piensa el presidente: “lo más conveniente -es que- no haya nombramientos de tres nuevos consejeros del INAI, que exista un impasse, porque ese “el mundo ideal” que quiere López Obrador.
También está la elección en el Pleno del INAI que eligió este domingo a Adrián Alcalá Méndez como Comisionado Presidente del Instituto por un periodo de tres años, de 2023 a 2026 en donde coincidieron en la necesidad de defender “las auditorías, que no nos molesten, -y- denunciemos la corrupción” haciendo caso omiso de las peticiones del personal de este Instituto”.
No obstante, el argumento de López Obrador fue que “tenemos que hacer una Reforma Administrativa y tienen que desaparecer todos esos organismos supuestamente autónomos”, en su imaginario de que “no le sirven al pueblo, están al servicio de las minorías”, sin embargo, es a través de estos, que se ha conocidos el amiguismo, influyentísmo y nepotismo que hay detrás de su gobierno y que prometió, cuando tomó posesión, que desaparecerían dichas prácticas.
Por eso dice que busca la manera de desmontar todo ese aparato que crearon paralelo al Gobierno para tener el control de todas las decisiones del poder público; que el Instituto de la Transparencia, que el Instituto de Comunicaciones, que el Instituto de Competencia, que la CREE, que no sé cuánto”, dijo, para justificar la desaparición de la transparencia y rendición de cuentas en el país.