El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que no pudo llevar a cabo su propósito de reformar al Poder Judicial, será una tarea para la próxima administración afirmó al tiempo de arremeter contra la jueza en Material Penal de la Ciudad de México, María del Carmen Sánchez Cisneros, por otorgar una suspensión a Néstor Isidro alias “El Nini” jefe de seguridad de los Chapitos que evitó su extradición.
Ernesto Madrid
Lo contradictorio del caso es que también respaldó a la fiscal Ernestina Godoy al señalar que los intentos para rechazar su ratificación se deben a que actuó en contra de la corrupción inmobiliaria que involucra a altos funcionarios y exfuncionarios de la alcaldía Benito Juárez, entre los que están Santiago Taboada que acusó de ser espiado por la fiscal y que el New York Times ratificó a pesar de que Godoy lo niega.
La realidad del caso es que Ernestina Godoy ha estado librando una batalla muy fuerte para ser ratificada como fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, ante la falta consenso y las críticas a su gestión de haber violentando la ley, y ponerla al servicio de los intereses del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la exjefa de Gobierno capitalino Claudia Sheinbaum.
Incluso no le alcanza la revelación que hizo este martes que su administración ha destituido a 107 servidores públicos de la dependencia, entre ministerios públicos, peritos y agentes de investigación, por incurrir en faltas administrativas y penales y se han sancionado a otros 127 servidores públicos con suspensiones temporales o amonestaciones.
Y no le alcanza ya que lo medios de comunicación han documentado los excesos que cometió Godoy, incluida la persecución del exalcalde de Benito Juárez y precandidato al Gobierno capitalino, Santiago Taboada, que trató de vincularlo al llamado cártel inmobiliario lo que deja en claro queGodoy ha sido un alfil político al servicio de Sheinbaum y López Obrador.
Está también la investigación de la tragedia en la Línea 12 del Metro, en 2021, donde murieron 26 personas y un centenar resultaron heridas. nunca citó a la entonces directora del Metro, Florencia Serranía y el caso Uriel Carmona, como respuesta al abuso cometido por éste al espiar a Sheinbaum durante una visita a Morelos.
Por eso resulta contradictorio que López Obrador salga en su defensa argumentando que “a todas luces también es un asunto de las cúpulas porque ella se metió a investigar y a castigar a los que hacían chanchullo, trafique, actos de corrupción” y habla de que es un “cuento de los conservadores que tienen un doble discurso, una doble moral, que su doctrina es la hipocresía y son bien corruptos, pero se la dan de gente decente”, paradójico.
En el contexto se suma igual su postura de que no pudo ‘transformar’ al poder judicial que dijo “sí se necesita la reforma sin enojarse, sin insultos, sin nada, no, no. Ellos mismo deberían de atender esto que era mi propósito, nada más que no pude, pero sí se puede, aunque quedé como tarea en adelante, pero ya irlo discutiendo, ventilando, para que, si no podemos nosotros, lo que vengan detrás puedan llevarlo a cabo”.