En medio de los señalamientos de los padres de los normalistas de que el Ejército Mexicano sigue ocultando información sobre el caso Ayotzinapa, que no quedo resuelto y la nueva verdad histórica, es muy similar a la vieja, Alejandro Encinas, el responsable de esclarecerlo, decidió que es mejor renunciar e irse, a hacer campaña, con la que podría ser la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Ernesto Madrid
Por lo pronto ya dejó la subsecretaría de Derechos Humanos en Gobernación y la responsabilidad de la Comisión para la Verdad de Ayotzinapa, además de la Comisión para el Acceso a la Verdad de las Violaciones Graves Cometidas de 1965 a 1990, para participar ahora, en el proceso electoral 2023-2024, luego de reunirse y recibir una invitación por parte de la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, para unirse a sus filas.
Lo cierto, es que como en el pasado, ya hay un nuevo responsable, que en sí, no tiene el mismo compromiso pero sí las mismas indicaciones presidenciales, Félix Arturo Medina Padilla, que pasa de ser secretario técnico de la comisión de equidad y género de la Asamblea legislativa del Distrito Federal, secretario técnico en una Comisión Bicameral de la Cámara de Diputados, a alcalde en Tláhuac y en diversos cargos al igual en Magdalena Contreras y luego procurador fiscal, cargo que siempre estuvo acorde con los mandamientos del Ejecutivo, para convertirse ahora, en subsecretario de Derechos Humanos.
Lo cierto es que todo tiene detrás un interés político electoral pues además antes de ser procurador fiscal, fue subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobierno en el Gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México de diciembre de 2018 a diciembre de 2020 (valga la redundancia).
La bola de nieve que le dejan en sus manos, luego de que el propio Encinas insinuará que Omar García Harfuch estuviera en aquella reunión en la que se fraguó la primera verdad histórica de la cuál no se aclarado a ciencia cierta cual fue su participación porque proviene de grupos de ‘derecha’ como se ha mencionado en los medios, es enorme y seguirá creciendo.
Por ejemplo, el Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) denunció públicamente “la obstaculización de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las tareas de consulta de la documentación histórica vinculada a violaciones a los derechos que es resguardada en archivos militares”, con lo que, afirmaron, la Sedena desobedece el decreto presidencial de Andrés Manuel López Obrador de “cero ocultamientos y cero impunidad” e incluso rechazaron el último informe entregado por Encinas en septiembre.
Lo curios del caso es que López Obrador sostuvo que la desaparición de los 43 estudiantes no fue ordenada por el expresidente Enrique Peña Nieto ni por el entonces secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos que los salvo de acusaciones criminales en Estados Unidos, luego de señalarlo y al final, premiarlo, por lo que ahora, el presidente, se salió por la tangente de reiterar que sí fue un crimen de Estado.
Haber si al final de este entuerto no se revierten las palabras del presidente de que el “Estado pudo en su momento aclarar las cosas y no fabricar mentiras y aunque hayan participado autoridades locales y estatales, fue el Estado” y la verdad de antes, seguirá siendo la verdad de ahora, en ambos aún sin aclaración alguna, pero el exencargado ya se prepara para otros seis años en el próximo gobierno y de seguro con un compromiso diferente.