Donald Trump no da su brazo a torcer con respecto al muro fronterizo con México y fuera de la declaración de emergencia nacional para obtener fondos, ha presentado un nuevo presupuesto para el 2020 que incluye un recorte del 5 % al gasto y 8600 millones de dólares para la controversial obra.
La idea sería no solo mantener ocupado al Legislativo hasta otoño con una propuesta rechazada por demócratas y republicanos, sino también dejar sentadas sus prioridades políticas de cara a las elecciones presidenciales de 2020: menos recursos para el medio ambiente, la diplomacia internacional y la educación pública y más para el ejército y, por supuesto, el muro.
La Casa Blanca plantea una reducción del 31% de la partida para la Agencia de Protección Medioambiental con respecto a los niveles de diciembre, con la venia de su nuevo jefe, Andrew Wheeler, exlobista de la industria del carbón, aunque el nuevo frente de batalla del Partido Demócrata, el Green New Dealcontra el cambio climático viene con fuerza.
Otra del 23% para el Departamento de Estado, del 16% para el de Vivienda y Desarrollo Urbano y del 10% en Educación. Trump también propone ahorros en Medicaid (el seguro social de los pobres), que de seguro encontrará resistencia en el Congreso.
Por el contrario, el presupuesto de Defensa aumentaría con 34 000 millones de dólares más, entre ellos 3600 millones para compensar el dinero previsto para proyectos que Washington pretende redirigir hacia lamencionada muralla limítrofe.