Poco más de un millón de personas que se dedican a negocios familiares poco a poco se reincorporan a sus actividades, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación Y Empleo (ENOE) que publica el INEGI mes con mes.
Por: Ernesto Madrid
De ese millón cien mil personas, 515 mil estas ocupadas en puestos de actividades comerciales y 413mil volvieron al sector de servicios sociales durante el mes de septiembre.
Estamos hablando de que los pequeños comercios que por lo regular están conformados por los miembros de un núcleo familiar, los más golpeados por la reducción de movilidad ante la pandemia, por fin, están dando muestras de dinamismo.
Lo anterior ya que, de acuerdo a la cifras del ENOE, la población ocupada en los pequeños establecimientos se incrementó en 0.5 puntos con relación al mes de agosto, lo que impllicó que 420 mil 13 trabajadores de reincorporaran a sus actividades.
Esto implica que por fin luego de siete meses del duro golpe que les ocasionó el Covid-19, más la prolongada cuarentena, por fin, empiezan a ver a luz al final del túnel con la supuesta ‘reactivación gradual de las actividades económicas’ sobre todo las más importantes del país, como son el comercio y los servicios, aunque de manera más lenta, comparado con el sector agro e insdustrial.
Sin duda, en este contexto, es importante señalar que pese a haber sido el último eslabón de retomar sus actividades, el comercio es la base de los puestos informales que no está por demás lamentar que es la población que se quedó literalmente varada, sin protección social, ni prestaciones ni ingresos.
Lo interesante de este rubro en el comercio es que está ocupado en su mayoría por mujeres lo que implicó un revés muy importante para la economía familiar y laboral del sector femenino, que es en gran medida, la que sustenta los hogares mexicanos.