Como parte del homenaje póstumo al escritor y cronista Armando Ramírez, quien falleció el pasado miércoles, la Cineteca Nacional, proyectó este lunes 15 de julio la película Chin Chin El Teporocho, adaptación de la novela homónima escrita por el autor.
Al encuentro asistieron amigos y familiares del escritor, así como público en general interesado en su trabajo. Entre los invitados estuvo el director del largometraje, Gabriel Retes, quien aseguró que Armando Ramírez le dio plena libertad creativa sobre la adaptación de su novela, a cambio de que él mismo la presentará en el barrio de Tepito.
Afirmó que su película fue de las primeras que surgieron del Taller Mexicano de Escritores, al que pertenecieron autores como Vicente Leñero, Ricardo Garibay y Emilio Carballido.
En Chin Chin El Teporocho conocemos a Rogelio, vecino de Tepito, sabemos cómo encuentra el amor y establece relaciones incondicionales con sus amigos; a la par se hace una radiografía de la vida en el barrio bravo durante los años 70: parrandas, “apañones”, alcoholismo, corrupción y narcotráfico.
No todo es drama, el filme tiene momentos cómicos que, durante la proyección, fueron bien recibidos por parte del público, que soltó sonrisas y carcajadas. Al final de la proyección, la gente aplaudió como muestra de aceptación.
Alejandro Pérez, estudiante de comunicación, afirmó que la película le hizo recordar las historias que su padre —quien es originario de Tepito— le solía contar cuando era pequeño: "Yo no viví ahí, pero lo que acabo de ver es exactamente como mi padre lo describió".
Para Ramiro, quien ya había visto la película hace tres años, verla en pantalla grande fue una grata experiencia. “Cuando la vi por primera vez, me llamó mucho la atención la forma en que Tepito estaba retratado. Actualmente estoy realizando un cortometraje con uno de mis amigos que es de ahí, así que le pedí que me llevará a conocerlo para saber si es como en la cinta de Retes”, dijo.
Por su parte, Pilar Vázquez, de 64 años, explicó que no ha leído la novela, pero que la película le pareció excelente y con problemáticas que se mantienen vigentes: “mi parte favorita fue cuando Rogelio descubre a su suegro, el español, en el almacén de la tienda con el niño, porque la pedofilia es algo que sigue pasando”.
Entre los presentes se dieron cita los hijos del cronista: Armando, Marcela y Jimena Ramírez. Esta última explicó que el filme logra transmitir lo que su padre expresó en sus textos: “esta película es lo que mi papá quería, que vieran su barrio, que lo conocieran porque es auténtico. Él siempre decía que le chocaba la gente que quiere contar del barrio, pero no se adentra a él. Esa es la esencia de su trabajo, además de que le da voz a la gente que no la tiene”.
Armando Ramírez fue escritor y cronista, originario del barrio de Tepito de la Ciudad de México. Fundó el colectivo de arte contemporáneo Tepito Arte Acá, junto con los artistas Daniel Manrique, Julián Caballos Casco, Virgilio Carrillo y Felipe Ehrenberg. Fue ganador del Premio Palenque de 1987 por su guion cinematográfico Me llaman la Chata Aguayo y en 2011 de la Medalla al Mérito Ciudadano, otorgada por la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Chin Chin El Teporocho fue su primera novela, publicada en 1971. La adaptación al cine comenzó en 1975, con Gabriel Retes en la dirección. La película se estrenó en 1976 y un año más tarde obtuvo el Premio Ariel a la Mejor Ópera Prima, que se entregaba por primera vez.