El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para reconocer y despedir al pintor zacatecano Rafael Coronel Arroyo, con una emotiva ceremonia donde el gobierno federal y el de su estado natal ratificaron el compromiso de preservar y difundir su obra.
Entre aplausos y flores blancas, la urna con los restos del pintor y escultor de estilo inconfundible fue colocada entre el cuadro Ratas comiendo lombriz, la fotografía titulada Roma Anzures y una máscara de su colección, para que familiares, amigos y admiradores le dieran el último adiós.
La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto, aseguró que el legado de Rafael Coronel, quien falleció este 7 de mayo, “será eterno, como lo será su obra, su imaginación y su arte”, por lo que reiteró el compromiso del gobierno federal de preservar su memoria.
El lenguaje de este “zacatecano universal”, dijo, seguirá vivo y se exhibirá en su estado natal, en Morelos donde vivió sus últimos años y también en distintas ciudades del país para brindar a la población la posibilidad de seguirlo conociendo.
Con la presencia del hijo del fallecido pintor, Juan Rafael Coronel Rivera, Frausto aseguró que se va a preservar, divulgar y seguir permitiendo que se conozca la obra de este creador. “Que se cite a la imaginación y al ensueño, que se cite al arte y a todas aquellas personas que quieran acercarse a los mundos infinitos y de libertad que da el arte, que dan los procesos culturales complejos como él los entendía. Para nosotros es un compromiso fundamental seguir preservando su memoria”.
Acompañada de personalidades como el pintor Arnaldo Coen y el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Alfonso Suárez, recordó que el maestro exhibió en el Palacio de Bellas Artes en tres ocasiones. Un recinto que ahora abrió sus puertas en un acto de solidaridad con la familia y para despedirlo como se merece.
El gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello, advirtió que esta entidad y el mundo artístico están de luto. “A sus 87 años este destacado artista y creador nos deja un legado invaluable, el cual debemos honrar dignamente a través de la preservación y la difusión de su obra”.
Resaltó que fue uno de los artistas zacatecanos de referencia internacional del siglo XX, que expuso en Asia, Europa y América, merecedor del Premio Iberoamericano al Mérito de las Artes y al Premio de la Bienal de Tokio, miembro del Sistema Nacional de Creadores y que desde 1990 cuenta con un museo que lleva su nombre.
En la obra de Coronel, destacó el gobernador, la figura humana es el centro de atención, plasmada con un estilo inconfundible desprovisto de horizontes por lo que marcó un hito en la plástica mexicana.
Sus interpretaciones dramáticas, agregó, pueden ser tomadas como reflexiones críticas a la sociedad o como una síntesis entre pasado y presente, entre tradición y el día a día. “La búsqueda de este creador consistió en develar la naturaleza humana y sus enigmas, en su obra nos obliga a centrar la mirada en los personajes que habitan”.
Tras la realización de guardias de honor, en las que participaron familiares y amigos, se despidió a Rafael Coronel con sentidos aplausos y teniendo como fondo el llamado por muchos el segundo himno nacional de nuestro país, La marcha de Zacatecas.