Beijing utilizará tecnología de reconocimiento facial para hacer frente a los revendedores en hospitales, con sanciones desde detenciones hasta restricciones en créditos sociales, así lo anunció la autoridad municipal de salud el viernes.
La Comisión Municipal de Salud indicó que cerca de 30 centros médicos de la capital china han recolectado información visual de al menos 2100 sospechosos de especulación y los han registrado en sus sistemas de reconocimiento facial.
Los datos de los susodichos, muchos de ellos ya con multas en su haber, incluyen fotos y números de documentos de identidad. Si vuelven a ingresar a los recintos, serán sujetos a control.
El Gobierno de la ciudad indicó que el organismo tomará pasos firmes este año a fin de publicar los nombres de los infractores e impedirles tomar trenes de alta velocidad y vuelos, registrar compañías o solicitar préstamos bancarios.
Más de 900 revendedores fueron apresados el 2018 durante un operativo a nivel nacional. La comisión ha cooperado con la oficina de seguridad pública local para identificar a los delincuentes y, ahora, con la nueva tecnología, una alarma sonará si entran en alguna institución médica.
Las autoridades no han escatimado esfuerzos para prevenir cualquier engaño en los registros vía las aplicaciones de los hospitales, con una mayor conexión entre programas comerciales y plataformas hospitalarias.
Por años, el país ha trabajado para lidiar con este problema. Conocidos comúnmente como huangniu o “toros amarillos”, estos individuos realizan citas en masa y con ello impiden que pacientes reales logren un cupo, luego ilegalmente venden su turno a precios exorbitantes.
Aquellos que no pagan, generalmente deben hacer frente a interminables colas, arriesgando su vida.
Huang Xiaojuan, de 32 años, residente de Beijing, apuntó que no pudo encontrar cupo en una maternidad reconocida cuando descubrió su embarazo el año pasado. Su esposo encontró a uno de estos sujetos y compró un turno por 3000 yuanes ($447) cuando su valor real es de solo 200.
"El revendedor trató con mi marido en el patio del centro y le dijo que podría ver a cualquier doctor del lugar si aumentábamos la cuota”, contó.
"Tienen un grupo con varias personas a cargo de diferentes tareas. Algunos hablan con pacientes como nosotros, hay quienes se encargan de las relaciones con los médicos y otros solo de cobrar. También contratan personal para hacer fila en las ventanillas si no pueden comunicarse con el galeno directamente”.
En 2016, la policía de la capital arrestó a 12 personas por tal delito.
Muchos centros médicos han implementado sus propias aplicaciones para citas a fin de ayudar a reducir este fraude. Un doctor del Hospital de Medicinal Oral de la Universidad de Beijing, quien pidió anonimidad, sostuvo que casi no hay especuladores desde que su institución puso en funcionamiento su programa y que la mayoría de los pacientes lo escogen para solicitar citas.
"Los recursos médicos son limitados”, aseveró el galeno. "La aplicación garantiza cierta equidad ya que muchas personas consideran difícil registrarse en ventanilla”.
Zhang He, abogado del estudio legal B&D en Beijing, manifestó que los revendedores encaran castigos severos y que los hospitales deben fortalecer su administración para prevenir dicha práctica.