BEIJING, 13 feb (Xinhua) -- Varios de los fármacos contra el cáncer que hasta hace poco estaban fuera del alcance o eran difíciles de encontrar para muchos enfermos chinos, se han hecho cada vez más asequibles gracias a las reformas que viene implementando el país.
En una reunión ejecutiva celebrada el lunes y presidida por el primer ministro, Li Keqiang, se decidió que China seguirá simplificando el registro y la aprobación de nuevos medicamentos contra el cáncer, y se anunció que grupos de especialistas seleccionarán nuevas drogas elaboradas en el exterior para suplir las urgentes necesidades de los afectados por esta enfermedad en el país. Asimismo, se decidió que las políticas de importación serán perfeccionadas, a fin de acelerar el lanzamiento de nuevos fármacos.
Estos son los esfuerzos más recientes del país para facilitar el acceso a las medicinas contra el cáncer, en momentos en que cada año se están registrando más de 3,5 millones de nuevos casos y más de 2 millones de muertes atribuibles a este mal, según datos publicados en 2018.
Meses atrás, la película "Dying to Survive", que se convirtió en un éxito de taquilla, dio origen a un acalorado debate sobre los altos precios de los medicamentos contra el cáncer en el país.
El filme se basa en el caso de un paciente de leucemia llamado Lu Yong, a quien le resultaba prácticamente imposible comprar Gleevec, un producto patentado desarrollado por la compañía suiza Novartis, y logró adquirir una versión genérica mucho más barata producida en India para él y para muchos otros enfermos.
"Es cierto que China ha facilitado la aprobación de fármacos genéricos de alta calidad, pero la mayoría de los medicamentos oncológicos específicos para el cáncer que se utilizan aún son importados", dice Liu Lihong, farmaceuta de un hospital en Beijing, quien destaca que estos fármacos importados imponen una gran presión económica para muchos de los pacientes y sus familias.
Poco después de la proyección de la cinta, en octubre de 2018, un total de 17 medicamentos contra el cáncer fueron incluidos en el listado de reembolso de los seguros médicos del país, y sus precios fueron rebajados en un promedio del 56,7 por ciento después de una ronda de negociaciones entre la Administración Estatal de Seguros Médicos y las compañías farmacéuticas.
La administración anunció recientemente que, luego de tres años de negociaciones, el país incluyó 34 drogas contra el cáncer de pulmón, seno, estómago y recto en el programa nacional de seguros médicos básicos.
"Los fármacos contra el cáncer han tenido prioridad en las negociaciones de precios en los últimos años", asegura Shi Lichen, fundador de una compañía de consultoría en temas médicos con sede en Beijing, y citado por el rotativo local China Daily. Shi cree que las negociaciones de ese tipo se convertirán en una práctica regular.
Otra medida adoptada por las autoridades del sector fue la suspensión, desde el 1 de mayo del año pasado, de los aranceles de importación sobre todos los medicamentos comunes, incluidos los de alcaloide contra el cáncer, lo que supondrá una reducción de al menos un 20 por ciento de los precios de las medicinas importadas contra el cáncer, según Shi Luwen, investigador de la Universidad de Peking.
Asimismo, la Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA, iniciales en inglés) autorizó 48 nuevos medicamentos, de los cuales 18 son para tratar el cáncer. Otros fármacos recién aprobados pueden ser utilizados para hacer frente a afecciones o efectos secundarios relacionados con el cáncer, por ejemplo el vómito causado por la quimioterapia.
De las nuevas drogas contra el cáncer, 13 son importadas, lo que se debe a los esfuerzos de la NMPA para reducir el plazo de entre cinco y ocho años entre la aprobación para su uso en el extranjero y en el país.
A partir del año pasado, los productores pueden entregar los datos de investigación logrados en el exterior para solicitar la aprobación de nuevos fármacos, siempre que su investigación no muestre diferencias raciales en respuesta a las medicinas.
Anteriormente, la aprobación de las pruebas clínicas requería de por lo menos dos años, pero en 2018 la NMPA anunció que los ensayos se podrán iniciar 60 días después de la fecha de aceptación de la solicitud, con el prerrequisito de que los solicitantes no reciban dudas ni reacciones negativas.
Todas estas medidas de reforma se traducirán en más opciones para los enfermos de cáncer en China, donde el tratamiento más común sigue siendo la quimioterapia.
Mientras continúa con sus esfuerzos para ampliar el sistema de evaluación y aprobación de medicamentos en este año, el país lanzará también una serie de políticas para facilitar la investigación y la autorización para el uso de los fármacos contra el cáncer, incluidos la eliminación del requisito de aprobación en el extranjero antes de solicitar el permiso de importación sobre cientos nuevos medicamentos y el fomento del desarrollo paralelo de fármacos innovadores dentro y fuera del país.