Por Rafael Lulet
La decepción gubernamental no solo ha recaído con la elección de López Obrador como presidente, sino en muchos estados, uno de ellos el de Veracruz, el cual también es del mismo partido, y ahora quieren imponer a otra candidata para el siguiente periodo nacida en Zacatecas, Norma Rocío Nahle, pero los morenistas desean obligar a ponerla en sustitución a uno de las peores administraciones de la historia de los veracruzanos después de Javier Duarte de Ochoa: Cuitláhuac García.
Por años, el Estado de Veracruz, ha aguantado a malos gobernantes, desde el potosino Patricio Chirinos hasta el actual, los veracruzanos no han visto su suerte, el rezago educativo, económico, social, político, entre otros sectores han sido parte de la cruz del olvido de sus dirigentes, se tuvo mucha esperanza con las administraciones panistas con la llegada de Miguel Ángel Yunes, pero tampoco hubo esa empatía con el pueblo veracruzano, después de un vergonzoso gobierno priista como el de Javier Duarte Ochoa, vinculado a proceso por varios delitos, entre ellos por desvío de 3 mil 616 millones de pesos, algo que nunca se podrá olvidar ni superar, llega el actual, la razón de estar en el cargo y votar por el partido Morena, fue el hartazgo de los malos funcionarios, pero, el candidato eterno, quien rogaba por una oportunidad para gobernar ha sido una gran decepción.
El estado de Veracruz, sigue sufriendo de inversión de infraestructura pública, carreteras en malas condiciones o abandonadas, poca atención a la salud, transporte público, y sin mencionar el tema de la inseguridad, regiones como Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Boca de Río, Huatusco, Tierra Blanca, entre otras más, se han convertido en un infierno, donde el crimen organizado se ha apoderado de la demarcación desde hace años, remontándose a la época de Fidel Herrera, posicionando a la demarcación hoy en día en el lugar tercero a nivel nacional en secuestros, y séptimo en extorsiones, así como en el número 15 en robos a transporte públicos, además de desapariciones forzadas, asesinatos a periodistas, y muertes en armas de sicarios de diversas organizaciones criminales.
Pero con todo ese antecedente, el gobernador Cuitláhuac García, quien rogaba una oportunidad para dirigir el estado, una vez concedido, solo ha gobernado para López Obrador, convirtiéndose en su lacayo, arrastrándose a sus pies por quedar bien, sin importarle la suerte de sus soberanos, ¿para eso quería ser gobernante?, el pasado 20 de Mayo, convocando al personal de diversas instituciones gubernamentales de Veracruz se trasladaron a la capital del país para sumarse a la ridícula protesta en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se presentaron de manera violenta cargando ataúdes en plan de amenazas en contra de los Ministros, principalmente de la presidente ministra Norma Lucia Piña, al estilo administraciones despóticas neoliberales, sin embargo, ellos se dicen no ser “iguales”, pero usando las mismas grillas baratas y porriles.
Pero, mientras el gobernador lamesuelas de Veracruz, complace los designios de su patrón López Obrador, la inseguridad, los femicidios, las muertes a periodistas y la corrupción salen a relucir con mayor frecuencia, y tal como lo dicen los mismo veracruzanos, “ya no vemos lo duro sino lo tupido” con un gobernante quien hace todo para su partido menos el verdadero trabajo, o sea, gobernar, y quien se ha dedicado a huir de su responsabilidades culpando a las administraciones pasadas tal como lo hace López Obrador, copiándole hasta en eso.
La detención de la jueza Angelica Sánchez Hernández demuestra lo mencionado, lo obtuso y vengativo de un gobernador como Cuitláhuac García quien solo le importa su ego, ya en una ocasión Ricardo Monreal Doctor en Derecho quien entiende el trabajo de los operadores de justicia, se había pronunciado en favor de ella, eso aminoró el problema, pero ahora, por segunda ocasión en contubernio con la fiscalía de la Ciudad de México de seguro instruida por Claudia Sheinbaum antes de dejar el cargo y elementos de la guardia nacional, realizaron de nuevo la detención haciendo atropello a sus derechos; dichas actuaciones, no sólo preocupan a los veracruzanos si no en general, porque si esas arbitrariedades van sobre una persona con investidura de justicia, ¿qué se puede esperar del ciudadano de a pie?
