Por Rafael Lulet
El 24 de Julio la Jefa de Gobierno anunció sobre el regresó a semáforo rojo en la Ciudad de México si la capacidad hospitalaria llegaba a 5, 127 camas de hospitalización por el Covid-19, ese esquema fue rebasado desde el 10 de Noviembre, pero pese a eso la jefa de Gobierno solo decretó seguir en naranja con alerta al límite, indicativo de no querer poner a la capital en alerta máxima por la pandemia, pero tampoco hay regulaciones al transporte público o limitar el tránsito de personas o el exigir el uso del cubrebocas a los transeúntes no solo en lugares cerrados sino de igual forma al intemperie, un claro ejemplo lo vemos a diario en los microbuses y camiones, que no respetan la sana distancia con los pasajeros y no solo eso, van hasta el tope de capacidad y las autoridades sin decirles nada, abonando con ello al aumento de contagios.
Es posible tener a la ciudad en semáforo naranja, es más, hasta en amarrillo pero las personas no ayudan a eso, mucho menos el gobierno de la CDMX, porque no hay regulación de nada, su pobre argumentación es porque no quieren limitar la libertad de las personas, un dicho sin fundamentos para no confrontar a los habitantes capitalinos ni sus responsabilidades como autoridad, todo por el simple hecho político electoral, pero, si vamos con eso, hemos de contradecirlos con el estudio de las libertades proveniente del pensamiento liberal y posteriormente trasladado a los derecho humanos, donde se hace hincapié a la libertad negativa donde estriba del derecho que cada uno tenemos sin afectar a los demás y para eso el Estado se encarga de regularlo.
Un claro ejemplo de la libertades denominadas negativas, es el hecho de tener el derecho a trabajar, el cual cada quien lo ejercerá cuando así lo desee sin afectar a otra persona, se convierte esta prerrogativa a un aspecto positivo cuando el ciudadano se encuentra consciente de tener el derecho al trabajo, una afirmación diferente al primer ejemplo y en ese sentido alguien se lo debe dar, en ese caso es el Estado quien debe proporcionar todos los elemento para que sus soberanos obtengan esa garantía, bajo ese esquema las libertades deberán regularlas el mismo ente gubernamental para satisfacer las necesidades del ciudadano y ponderar cada uno de ellos, colocando a la salud en el peldaño más al alto por encima del libre tránsito y otras regalías constitucionales, pero eso no ocurre actualmente en nuestro país.
Ahora bien, el presidente de la república llamó a la población a actuar con responsabilidad en las celebraciones decembrinas, pero por otro lado días antes insistió sobre el uso del cubrebocas el cual no era indispensable tal como según se lo expresaron sus especialistas, sin embargo posteriormente la Organización Mundial de la Salud, actualizó sus recomendaciones sobre las prevenciones contra el Covid, siendo dentro de ese anuncio, el uso muy importante de las mascarillas, sin mencionar la declaración realizada por el mismo organismo en contra de nuestro país por el mal comportamiento de México para combatir la pandemia, y exhortando a los líderes en dar un buen ejemplo, esto indignó tanto al primer mandatario como su especialista en epidemias, quienes insistieron que el regaño fue hacia la población y no al gobierno federal, algo absurdo de pensar.
En fin, la administración federal realmente ha dado un pésimo mensaje a la población para prevenir la pandemia, y no se retractan de ello, demostrando con eso la poca preocupación de las vidas de sus soberanos, el buen ejemplo recae en el máximo líder de la nación pero ante la indiferencia de él, la ciudadanía hace caso omiso de la gravedad del problema en la cual nos encontramos, los números oficiales y extrajudiciales lo dicen todo, a 8 meses del covid-19 en nuestro país, solo se ve un descontrol de la situación y querer manejar a sus intereses una semaforización epidemiológica por encima de los más de 110 mil muertos acumulados hasta el momento, ¿qué seguirá ahora en la CDMX, un “semáforo naranja al límite con alerta máxima”, para no decretarlo en rojo?, u otro término rimbombante para maquillarlo.