Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con los PAPARRUCHAS: esos seres capaces de inspirar un fanatismo exacerbado, compartiendo sucesos con versiones que distan de la realidad, con la única intensión de satisfacer esa gran necesidad que tienen de recibir reconocimiento.
Por @MartaObeso
Existen paparruchas de GRUESO CALIBRE, capaces de manipular a grandes sectores de la sociedad compartiendo una información totalmente DEFORMADA de lo que se es, en realidad.
En círculos de poder, los paparruchas desarrollan la capacidad para obtener, con su versión de las cosas los beneficios de la MANIPULACIÓN. Estas criaturas, que de manera consciente logran adecuar y crear historias tan distintas a lo que efectivamente pasó, tienen el don de transmitir estas DISTORCIONADAS versiones y, aunque en ocasiones la audiencia pudiera resistirse por lo inverosímil del suceso, una gran mayoría termina por darles crédito.
Un paparrucha es un especialista en el ejercicio de la DESHONESTIDAD y, tal y como lo decía Joseph Goebbels: “repite 100 veces una mentira y ésta, se hará realidad”.
Como un FLAGELO inevitable, los paparruchas abundan y logran convertirse en auténticos OLIGOFRÉNICOS, avanzando en todo aquello que nos daña como sociedad; confundiendo a los espectadores con pequeñas mentiras que le permiten posicionarse como un gran EMBABUCADOR.
Luego de alcanzar el éxito de la primera mentira, el cerebro del paparrucha se va adaptando de manera progresiva a los logros que obtiene a través del ENGAÑO y, por más que se evidencie que lo que dice NO ES VERDAD, el paparrucha recurrirá hasta al fomento del MIEDO, para llegar a convecer a los demás de que la MENTIRA que dice, es cierta.
Este comportamiento se intensifica cuando los paparruchas están convencidos que su versión de las cosas es lo mejor para ellos y buscarán, SIN ARGUMENTOS, presuadir a los demás de los beneficios FICTICIOS que les acarrea su peculiar interpretación.
Con frecuencia un paparrucha busca adjudicar sus propios ERRORES a sus adversarios, DESORBITANDO situaciones y propiciando diferentes versiones de un mismo hecho, con la única finalidad de BORRAR el flujo directo que permita demostrar la verdad.
Son acontecimientos reales aderezados de una serie de elementos creados por el paparrucha, como la EXAGERACIÓN de los logros o de las REPERCUSIONES, lo que forma parte de un comportamiento mediante el cual se pretende cambiar la historia. La repetición de esta historia falsa es lo que nos daña como sociedad.
Clinicamente se ha demostrado que personas como los paparruchas, normalmente son personas insatisfechas por su aspecto físico, que se formaron con limitaciones económicas en circunstancias sociales precarias. Aspectos como éstos producen una imagen interna negativa del individuo y sentimiento de inferioridad que pueden ser superficialmente subsanados a través de la admiración o reconocimiento logrados gracias a la manipulación.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.