Que los funcionarios públicos y no la sociedad, sean los que se ‘abrochen el cinturón’... ¿qué le parece?
Por: Ernesto Madrid
Encaminado hacía los procesos electorales de 2024, que definirán la continuidad de la Cuarta Transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó su nueva estrategia de ‘austeridad republicana’ para direccionarla a la ‘pobreza franciscana’ con dos objetivos:
Que los funcionarios públicos y no la sociedad, sean los que se ‘abrochen el cinturón’ y eviten caer en las garras del despilfarro limitando los viajes al extranjero, disminuyendo los viáticos y optar por la comunicación a larga distancia.
Y dos, que no caerá en despidos, pero tampoco abrirá nuevas plazas bajo la premisa de que ‘la nómina es sagrada’ pero no vulnerable porque hasta ahora se ha logrado un ahorro de ‘2 billones de pesos’ pero hace falta darle más al pueblo por lo que abrazo los principios de la orden franciscana que se instauró al dar las riquezas a los pobres, vivir sin bienes, no tener salarios, gozar del espíritu de servicio y depender de la “buena voluntad del pueblo”.
Lo paradójico del caso es que mientras estas medidas son anunciadas, para el gobierno que encabeza morena, en el seno familiar del mandatario, parecen no ser las misma por dos casos ventilados en los medios de comunicación: que su hijo mayor José Ramón López Beltrán tiene un estilo de vida en Houston muy distinto a la austeridad que pregona su papá.
En 3 años y medio, después de que declaró que no sabía a qué se dedicaría, ahora aparece con su pareja Carolyn Adams viviendo en dos residencias con un valor comercial cercano al millón de dólares cada una, es decir paso de ser de la clase media a una clase de millonarios privilegiados y sin trabajar.
El otro ejemplo es el de su hijo menor, Jesús Ernesto López Gutiérrez, de 15 años que fue captado en el aeropuerto Heathrow de Londres con ropa de lujo y acompañado de la embajadora de Londres en el Reino Unido Josefa González, en la zona VIP de Aeroméxico, según, a estudiar lejos del modelo educativo de Marx Arriaga y Elena Álvarez-Buylla funcionarios de la SEP y el Conacyt habría twitteado la senadora ex morenista Lily Téllez.
Lo interesante del caso es que el ‘consentido’ de la casa fue retratado con unos tenis de la marca Off White Odsy-100, cuyo precio llegaría a los 15 mil pesos o lo que es lo mismo el ingreso de un mes y medio de una familia de clase baja, de acuerdo con los datos del Inegi.
Ahora bien, la reunión que sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador con su gabinete para tratar el tema de la ‘pobreza franciscana’ no ha arrojado cuales serán los ajustes que se harán en el paquete económico del próximo 2023, lo único que se ha ventilado, es la reasignación de recursos del presupuesto adicional asignado a la Secretaría de Turismo y a la Secretaría de Energía en el 1T2022 de 10,985 millones de pesos y 45,437.5 millones de pesos, respectivamente en el presupuesto modificado que presentó la SHCP en su informe trimestral al 1T2022.
Es decir, nada que hable de un resultado que obtendría por el nuevo ‘mandamiento, en todo caso lo que sabe, se trata de dinero que fue a parar tanto al AIFA, como a la refinería ‘Olmeca’ en Dos Bocas en Tabasco y nada para apoyar a las familias en pobreza o pobreza extrema.
En los dichos del mandatario está la postura de que en sexenios pasados el pueblo se encargaba de “mantener al gobierno”, lo que convirtió a los servidores públicos en ‘mantenidos y buenos para nada’, por lo que se necesita funcionarios que se “acostumbren a vivir en la medianidad”, según ha predicado el mandatario, en la que mantenía el presidente Benito Juárez a su gabinete, pero la realidad es que no hablado nada de tocar el gasto corriente, es decir, aquel que va dirigido a la nómina de la burocracia.
Estaríamos hablando que se estaría volviendo al pasado cuando en tiempos del nacionalismo revolucionario se canalizaban recursos para subsidios porque si analizamos la realidad de acuerdo con datos de México ¿cómo vamos? la ‘pobreza franciscana’ impactaría más en los más pobres por que en los hechos, en el 2020, solo 37% de los hogares más pobres eran beneficiarios de programas sociales, una disminución considerable con lo observado en 2018, donde el alcance era del 56%.
En torno a quienes se encuentran en la pobreza extrema el dato resulta más preocupante pues en 2018 el 64% recibía un apoyo y para el 2020 solo el 43% lo recibía, esto, de acuerdo con el organismo antes mencionad “porque el programa de ‘pobreza franciscana’ tiene una línea más discursiva que no se está traduciendo en una expansión en el gasto social”, pero es un hecho de que se canalizan recursos para diversos subsidios.
Dicho de otra forma, no se está precisando a que tipo de gasto va a ser la redistribución de estos ingresos que en apariencia se van a ahorrar por someter a la burocracia a las órdenes que de la “pobreza franciscana” y que se remonta al capítulo 10 del Evangelio según Mateo en el que se narra que Jesús envió a sus apóstoles a predicar y les instruyó no llevar “oro, ni plata, ni dinero en sus bolsas, ni alforja para el camino ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón”.
Suena en todo caso más una predicción de San Francisco de Asís que consciente en la pobreza que azotaba a los ciudadano en esa época y tomó la decisión de abrazar la pobreza como Dios lo hizo al hacerse humano en la forma de Cristo para predicar la paz, el amor y la penitencia y se instauró el dar las riquezas a los pobres, vivir sin bienes, no tener salarios, gozar del espíritu de servicio y depender sólo, de la “buena voluntad” que no sería el caso, sería entonces sólo una estrategia más para abonar a su ‘popularidad’ de cara a las próximas elecciones. ¿Cómo ve usted?