No cabe duda que los compromisos políticos, los interéses económicos, negocios inconfesables y los actos de corrupción que generan una percepción de injusticia e impunidad, no son exclusivos del gobierno de la 4T en México, tal parece que el fantasma de la corrupción e impunidad también es parte de la clase política republicana en el Senado de los E.E.U.U., ya que el pasado sábado fue declarado no culpable al exmandatario republicano.
Por: Dr. Julio Jiménez Martínez
Es importante mencionar que la fuerza e influencia política y económica de Trump en gran parte del país es una realidad que hace valer el respaldo incondicional de amigos y colegas republicanos que hacen patente su lealtad a ciegas a pesar de la gravedad histórica en la que un gobernante irresponsable, racista, xenófobo e ignorante puso en riesgo la estabilidad política, la paz social y la seguridad de la nación que gobernaba, sin embargo fue justificado y protegido de los cargos y responsabilidades legales por los actos de sedición y rebelión ciudadana que derivó en la toma violenta del Capitolio y los inéditos actos de vandalismo que le costo la vida a cinco personas entre policías, manifestantes y simpatizantes de Trump.
Es muy importante aclarar que la votación en el Senado estadounidense fue de 57 a 43, razón por la cual, debemos recordar que era requisito indispensable contar con el apoyo de dos tercios del Senado, para poder condenar al exmandatario, es decir, 67 de los 100 escaños que hay en la Cámara Alta. Actualmente el Senado cuenta con 48 demócratas, 50 republicanos y dos independientes: Bernie Sanders y Angus King, que normalmente apoyan las propuestas demócratas.
Por esta razón, era necesario que 17 senadores republicanos se unieran a los demócratas y únicamente lo hicieron siete: Richard Burr, Bill Cassidy, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse y Pat Toomey, circunstancia por la que no se alcanzó la mayoría de dos terceras partes, necesaria para condenar a Donald Trump por diversos cargos de “incitación a la insurrección”, sedicia, actos de violencia y vandalismo. Sin embargo después de un juicio de cinco días en donde se determinó no llamar a testigos a fin de no alargar el juicio político en contra de Donald Trump contó con la mayoría de los representantes de su partido, siete de los 50 republicanos del Senado, se unieron a los demócratas para aprobar la condena, circunstancia que puso fin al segundo "Impeachment" para Donald Trump, que por cierto es el primer presidente que se somete a un juicio político tras abandonar el cargo y el cuarto juicio político a un mandatario de los Estados Unidos.
Lamentablemente para la justicia norteamericana los tiempos y las circunstancias políticas no fueron suficientes para invocar la XXV enmienda constitucional que fue aprobada en 1965 por el Congreso norteamericano, circunstancia que podría haber declarado la incapacidad mental del expresidente Trump, pero lamentablemente dejó el cargo el pasado 20 de enero, motivo por el que fue improcedente por falta de tiempo. Pero los demócratas esperaban condenarlo para responsabilizarlo de los hechos del pasado 6 de enero, en donde el expresidente convoco en redes sociales y en un discurso incendiario que invocaba a diversos grupos de leales seguidores para tomar por asalto las instalaciones del Capitolio y evitar que el congreso norteamericano en su carácter de colegio electoral confirmara los resultados de la elección presidencial y se declarara presidente electo a Joe Biden, sin embargo como consecuencia de los actos de vandalismo, insurrección, y asedio, los legisladores demócratas decidieron denunciar al expresidente Trump y preparar el terreno para que en el Senado Norteamericano que sentara un precedente para que Trump no pueda volver a ocupar un cargo de representación popular en los E.E.U.U.
Lamentablemente para la justicia norteamericana Donald Trump no fue condenado y aprovecho la ocasión para celebrar su 2a. absolución con un comunicado en el que ha calificado el proceso como la "Mayor cacería de Brujas en la historia de los E.E.U.U" y dejó muy claro que su movimiento político "acaba de empezar".
Ante la inesperada absolución del republicano, diversos legisladores como el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schummer, criticó la decisión del Senado al absolver a Trump, circunstancia que ha definido como "antiestadounidense" y que insulta la inteligencia y la justicia de "las generaciones de patriotas estadounidenses que dieron su vida para defender su forma de gobierno".
Por otra parte, el líder republicano de la Cámara Alta, Mitch McConnell, quien ha asegurado que Donald Trump es "responsable" del asalto al Capitolio, a pesar de haber sido absuelto.
Para los mexicanos la justicia sigue siendo víctima de los interéses políticos y económicos que se traducen en impunidad para los denunciados y en injusticia para las víctimas del delito, lamentablemente la capacidad de asombro del pueblo de México está rebasada y ya no es motivo de sorpresa ver que algún exmandatario, exfuncionario o exlegislador sean declarados absueltos con motivo de un acuerdo reparatorio que le garantice impunidad o gozar de los beneficios de la figura de "testigo colaborador" recuperar la libertad y gozar de la descarada impunidad que está alcance de un criterio de oportunidad.