Las #MalasPalabras de esta semana tienen que ver con lo que es INTRASCENDENTE, eso que carece de importancia o gravedad, lo que es trivial y que no tiene la menor importancia, pero ¿quién decide si lo que le interesa a la sociedad carece de relevancia?
Por @MartaObeso
México vive el peor momento desde que inició la pandemia por el virus de Sars-CoV-2, al grado que la implementación del sistema del Semáforo de Riesgo Epidemiológico, que fuera ejemplo a seguir en América, pasó a ser intrascendente, luego de quedarse al borde del COLAPSO y permanecer en naranja con ALERTA, durante varias semanas en la Ciudad de México.
En medio de esta disertación de lo intrascendente que pudiera ser poner a la Ciudad de México en semáforo ROJO, lo cierto es que al parecer faltó otro color con el que se pudiera expresar la GRAVEDAD de la situación y hacer entender a la población que se vive en Alerta de Emergencia por Covid-19.
Mientras que el rojo es sinónimo de alarma y es empleado para PROHIBIR y ADVERTIR del PELIGRO; hablar de una emergencia, es hablar de una situación que se encuentra fuera de control y que inevitablemente habrá de conducir hacia una CALAMIDAD.
Desde el punto de vista de la psicología de la emergencia, alerta y rojo son exactamente lo mismo y ambas palabras anuncian el RIESGO de enfrentar un inevitable DESASTRE; peor aún, cuando hablamos de Alerta de Emergencia, lo que implica la existencia de evidencia suficiente para identificar la MALA PREPARACIÓN o el MANEJO INADECUADO en la toma de decisiones, por lo que INEVITABLEMENTE se está anunciando el principio de un IRREMEDIABLE CAOS.
Y quizá desde este punto de vista, las autoridades del Gobierno Federal y de la Ciudad de México tienen razón en lo intrascendente que resulta situar la CRISIS de la pandemia en semáforo rojo o ubicarla en estado de Alerta de Emergencia, cuando la verdad es que nos encontramos en una situación que exige una atención especial con una solución factible a la brevedad posible.
¡Olvídense de los colores!, el semáforo epidemiológico ha sido rebasado y nuestra salud no debe ser intrascendente. El panorama se vislumbra TÉTRICO, SOMBRIO, alarmante… Las autoridades responsables nos han convertido en uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19 y se mantienen en su posición de desestimar acciones congruentes y exitosas, implementadas en otras naciones, tales como el contraste de pruebas y la implementación de sistemas de rastreo de contacto con personas contagiadas.
Estimado lector, usted ya está avisado: nos encontramos en Alerta de Emergencia por Covid-19. Quizá nadie ha tenido el valor de decirlo, pero esto es peor que estar en semáforo rojo y nos coloca en un estado de: ¡sálvese quien pueda! Y, esto, no es intrascendente. El Coronavirus ha venido a cambiar nuestras vidas de manera permanente y a partir de este momento, para evitar mayores consecuencias, el reto es: No contagiarse; no hacerlo nos pone en riesgo de MUERTE, aunque la muerte sea lo único que se mantiene latente a lo largo de nuestra existencia.
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