La cara de la economía va a cambiar, porque la crisis económica causada por la pandemia va a durar más de lo pensado, por lo que gobiernos, empresas y familias deben estar preparadas para enfrentar las dificultades que vienen, como problemas de insolvencia y bancarrotas, porque muchos sectores que sufren sus efectos no podrán recuperarse, advirtió Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS).
Por: Ernesto Madrid
Dicho de otra forma, muchos negocios no sobrevivirán al impacto económico generado por el virus SARS-CoV-2, está en puerta una revolución tecnológica que estamos viviendo y que contribuirá de manera dramática a un cambio. No se trata solo de una sociedad que usa cubrebocas sino de un cambio cultural, económico y social cuya profundidad apenas se asoma.
Ese es en el fondo el planteamiento del Agustín Cartens al explicar que debido a la pandemia ya hay “otra forma distinta de viajar, trabajar, hacer compras, y se complica aún más por la revolución digital. La innovación en comercio electrónico es cada vez más importante y se está conjuntando con el enfriamiento de la actividad”.
“En los países en los cuales existe mayor disciplina social, aplicación masiva de pruebas y una estrategia sanitaria que identifica los contagios y busca romper las cadenas de éstos de manera localizada, habrá un menor costo que en aquellas naciones en donde la población carece de la cultura del cumplimiento de las normas, en donde se realizan pocas pruebas y donde no hay una estrategia que permita confinamientos localizados” advierte un columnista financiero.
La confluencia de ambos procesos –innovación para mantener para mantener las actividades económicas y la transformación- tiene el potencial de crear y cambiar la vida, como muchos no imaginan y es ahí donde muchos se van a estancar.
Este efecto ocurrirá a pesar de las distintas acciones que algunos gobiernos y bancos centrales implementaron para hacer frente a la crisis económica, consideró Cartens.
Al preguntarle sobre su perspectiva para los próximos meses, el exgobernador del Banco de México anticipó que muchos negocios no sobrevivirán la crisis de la pandemia.
"Veremos mayores dificultades a futuro. Ahora la respuesta es ideal. Se pensaba que la crisis iba a ser transitoria, pero ha durado más y durará más”, dijo durante su participación en la 13ª edición de la Conferencia Internacional de Banca organizada por Banco Santander, evento realizado de forma virtual
“Al principio se pensaba que la crisis iba a ser transitoria, pero ha durado más y va a durar aún más. La mayoría de los gobiernos intentan evitar efectos excesivos. Muchos paquetes de apoyo iban a ser interrumpidos en este momento, pero la mayoría de los países han tenido el buen sentido de extenderlos, pero llegará el momento en que la acción gubernamental sencillamente no pueda prevenir el incremento de bancarrotas”.
Respuesta decisiva de los bancos
Sobre los bancos centrales, indicó que ha sido un año “emocionante”, pues no habían planificado ni pronosticado estos escenarios que se han presentado.
“Reaccionaron muy rápido y de forma decisiva ante la crisis y la pandemia. Han hecho una importante aportación para controlar y reducir los impactos negativos de esta pandemia”, enfatizó.
Pese a que se detuvo la actividad económica y los flujos de capital, y esto generó una situación muy compleja, los bancos centrales lograron estabilizar la macroeconomía.
“El primero creo que es bien conocido, el uso de la política monetaria para estabilizar las economías. Lo que fue esencial en este caso fue evitar un enorme shock en el sector real para evitar una crisis financiera. La respuesta rápida fue esencial y los bancos centrales utilizaron los conocimientos acumulados en crisis anteriores y atendieron de forma rápida y masivamente”, abundó.
El segundo papel importante que tomaron los bancos centrales fue el de estabilizar los mercados.
“Hay demanda por activos líquidos, había mucha volatilidad. Hasta cierto punto, el avance de la desintermediación no bancaria y los supuestos de fondeo no estaban garantizadas. Por lo tanto, los bancos centrales tuvieron que dar liquidez para estabilizar los mercados esenciales”, apuntó.
En lo que respecta al sistema financiero, Carstens explicó que ha sido muy resistente y en el caso de los bancos señaló que esta vez, son parte de la solución y no del problema.
Esto, porque, dijo, se tiene un sistema bancario que sigue proporcionando crédito a la economía y ayudando al sector privado y a los hogares, pese a que enfrentan una menor actividad comercial.
MORA Y DESEMPLEO REPUNTARÁN
El vicepresidente y consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, prevé que los niveles de mora bancaria y desempleo empezarán a aumentar en 2021 ante el cese de los apoyos gubernamentales para hacer frente a la pandemia.
“Llegará un momento en que veremos el incremento en mora y en el desempleo, porque desaparecerán los distintos planes que ahora existen. Este incremento de la deuda impagada empezará a verse en 2021”.
Aunado a esto, los problemas de insolvencia serán severos, aun cuando en general el sistema financiero lo hace bastante bien, hay aspectos que cuidar porque en momentos de estrés han surgido debilidades.
"El hecho que la liquidez ha aumentado en todas las economías avanzadas y bancos centrales, y las condiciones financieras se han adecuado a la situación, esto no quiere decir que no puedan surgir otros problemas en el futuro", declaró al respecto Agustín Cartens.
"Tenemos esta situación donde el sector privado y sobre todo empresas, está muy endeudados, pero no hemos visto demasiados problemas aún”, agregó.
Advirtió que dependiendo de la evolución de la crisis, se verán en el futuro más problemas de solvencia en el caso de las empresas.
En tanto Jörg Kukies, ministro de Finanzas de Alemania, coincidió con Carstens de que habrá un mayor número de bancarrotas de empresas.
Sin embargo, destacó que algo positivo es que se han estudiado los errores cometidos en el pasado en temas de política monetaria y fiscal, lo que ha permitido enfrentar de mejor manera la actual crisis.
Destacó que en 2021 la Unión Europea destinará recursos para los países que más han sufrido el impacto del Covid-19.
Mientras que Larry Summers, profesor emérito de la Universidad de Harvard, opinó sobre los países de América Latina más importantes como Brasil, México y Argentina.
“En esos tres países encontramos gobiernos populistas, y no parece que estén gestionando de forma efectiva el COVID-19, así que me sorprende la similitud de los problemas a los que se enfrentan en América Latina, claro que hay mucha similitud en sus gobiernos”, finalizó.
En conclusión, el tiempo es crucial y es momento de desconfiar.