Sería tan sencillo encontrar la calma en el mundo de la imaginación.
Pero yo siempre he tratado de vivir en los dos mundos
al mismo tiempo y no abandonar uno de ellos por culpa del otro.
Milan Kundera
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. La conferencia matutina de López Obrador ha dejado de ser un ejercicio de diálogo, algo inédito a nivel mundial, para convertirse en un monologo anquilosado y predecible, sin rutinas nuevas con frases hechas. Cada vez más pesada donde se muestra la intolerancia y el enojo del tabasqueño que trata a todos sus críticos por igual, los ha estigmatizado y en actitud mustia esconde la mano cuando se le demuestran sus errores con datos que no se pueden rebatir.
Lo que si crece son las muestras de intolerancia y la narrativa de un presidente que se dice “el más atacado” y que respeta plenamente la libertad de expresión, aunque sistemáticamente y por debajo de la mesa viene el golpe a los medios de comunicación, periodistas, líderes empresariales, sociedad civil e intelectuales orgánicos y que se replica por su gabinete, seguidores y gobernadores para luego martirizarse, lugar que le ha funcionado a AMLO desde la campaña del 2000.
A pesar de los problemas que tenemos en el país, el sufrimiento, el luto por los fallecidos tanto por el Covid-19 y la violencia del crimen organizado que no para, López se da el tiempo para presentar un estudio de análisis de contenido para nombrar a quienes hablan mal de él y de su administración, quienes hablan bien y con ello señalarlos de nueva cuenta. Lo he dicho, no porque se hable bien de un gobierno se convertirá, de facto, en exitoso, cumplidor y viceversa.
La mañanera de este lunes, al ser cuestionado porque el tiempo para dar resultados se le agota en el rubro de seguridad, se salió por la tangente y se puso a leer la lista de compromisos adquiridos y cuantos de estos se han cumplido. Entiendo que así se juega la comunicación institucional en la 4T, pero si estamos tan bien como dice el hijo de Macuspana, entonces… ¿Por qué estamos tan mal?
De lo verdaderamente importante no menciona nada o poco, por ejemplo, de la caída de la economía, de la pérdida de empleos, de la fuga de inversiones y perdida de la confianza, de la corrupción que no para y en la que funcionarios de su gobierno están involucrados. Esos temas le molestan al presidente, un personaje que gobierna solo para sus seguidores.
El discurso se agota y el tiempo pasa, los resultados no llegan, lo que si crece es su mal humor, la intolerancia y el odio que se destila desde Palacio Nacional.
Entre palabras
Se cumplieron 6 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, aunque los padres de familia todavía tienen confianza en que la 4T logre resolver el caso, la verdad es que poco se ha avanzado en el tema, sigue empantanado, esperemos que las investigaciones den certidumbre, si no se les va a revertir a las autoridades.
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Hasta la próxima.