Siempre he tenido problemas para reconocerme
en el lenguaje político institucionalizado.
Jacques Derrida
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. En unas horas Emilio Lozoya, ex director de Pemex, tomará un vuelo que lo traerá a México para enfrentar a la justicia por los asuntos de corrupción en la compra de Agronitrogenados, Fertinal y el caso internacional de sobornos de Odebrecht, que en otros países encarceló a altos funcionarios. Esta es la oportunidad que tienen las autoridades de mandar el mensaje de que no se van a tolerar más casos y que la lucha contra la corrupción va en serio.
No se puede entender estas cuestiones de gran corrupción de Lozoya Austin o de los otros sin contubernio, los desfalcos de “la estafa maestra” de Rosario Robles en Sedesol, los desvíos millonarios del finado Gerardo Ruiz Esparza en la SCT, los gastos incontrolables de Luis Videgaray, los orgullosos representantes de los estados como Cesar y Javier Duarte, y la gran sospecha que recae sobre Miguel Ángel Osorio Chong, y todos, indiscutiblemente todos los caminos conducen al expresidente Peña Nieto.
Pero estos no son los únicos, ya que se habla de fuertes cantidades de dinero que corrieron por las Cámaras para sobornar a los legisladores y con ello aprobar la Reforma Energética, principalmente en el Senado de la República donde se operó. Y que conste que así lo dice el mismo presidente López Obrador.
Solo para refrescar la memoria, 53 legisladores del PRI, aprobaron el dictamen que avaló la inversión privada en los sectores de petróleo, electricidad y gas, o sea las reforma a los artículos 15, 27 y 28 de la Constitución. En esa lista destacan nombres de los priistas como Omar Fayad, Emilio Gamboa, René Juárez Cisneros, David Penchyna Grub, Claudia Pavlovich, entre otros.
Por parte de los panistas, se sometieron inmediatamente después de la elección del 2012 mediante el Pacto por México, de los 35 senadores destacan los nombres de Jorge Luis Preciado Rodríguez, Luisa María Calderón, Ernesto Cordero Arroyo y Javier Lozano Alarcón.
Los siete legisladores del Partido Verde, que ahora coquetea con Morena fueron: Pablo Escudero Morales, Juan Gerardo Flores Ramírez, Jorge Emilio González Martínez, Luis Armando Melgar Bravo, Carlos Alberto Puente Salas, Ninfa Salinas Sada, María Elena Barrera.
Incluso se ha mencionado que Miguel Barbosa Huerta habría negociado con el mismo Lozoya, un puesto al interior de la paraestatal para uno de sus hermanos y la entrega de dinero, aunque el gobernador de Puebla ya se desmarcó.
Veremos a cuantos de estos señala Emilio Lozoya, obviamente tiene una gran encrucijada porque no hay manera de no involucrar a su ex jefe Peña, ni a su incondicional Luis Videgaray, pero la información que dé sobre los que fueron sobornados, sin duda alguna será utilizada en la campaña electoral del año que viene, y varios de estos nombres quieren regresar a una curul o ser gobernadores, es un capital político invaluable que sigue dejando la estela de corrupción del gobierno anterior.
Insisto López Obrador y la 4T tienen la oportunidad de hacer justicia, recuperar lo robado y castigar conforme a derecho a quienes resulten responsables.
Veremos si López rompe el pacto con su antecesor.
Entre Palabras
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública, siempre sí se dejó ver en Guanajuato, el mensaje no tenemos miedo a los criminales, pero ahora falta cerrar la pinza con buenos resultados. Bueno, Durazo ya está en campaña para buscar una gubernatura.
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Hasta la próxima.